Una impactante revelación. La tenista Gabriela Dabrowski realizó un potente desahogo en sus redes sociales en las últimas horas, tras dar a conocer que este 2024 compitió deportivamente mientras, a la vez, combatía un cáncer.
“Sé que esto será un shock para muchos, pero estoy bien y estaré bien. La detección temprana salva vidas”, empezó diciendo la canadiense de 32 años en su escrito.
Según especifica Daily Mail, en 2023 le detectaron un bulto a la tenista “pero le dijeron que no era nada preocupante. Un año después se hizo una ecografía y le informaron de que tenía cáncer”.
En una decisión completamente deportiva, Dabrowski decidió retrasar su tratamiento. ¿La razón? Competir en Wimbledon junto a su compañera Erin Routliffe, con la que terminaron convirtiéndose en subcampeonas.
Por si fuera poco, después vinieron los Juegos Olímpicos. Gabriela fue invitada a participar del doble mixto en comopañía de Felix Auger-Aliassime
y se quedaron con medalla de bronce.
“Todo parece surrealista”
La buena temporada deportiva, que la lleva a ser actualmente la tercera mejor doblista del Mundo, tiene a Gabriela Dabrowski impresionada. Sobre todo, por las complicaciones de salud con las que debió lidiar.
“Todo parece surrealista”, expresó. “¿Por qué estoy compartiendo mi historia ahora? Durante mucho tiempo no estaba lista para exponerme a la posible atención y preguntas que habría recibido antes. Quería resolver todo y manejar las cosas en privado con solo las personas más cercanas a mí al tanto”, acotó.
“Había tantas incógnitas y tanto aprendizaje e investigación por hacer. Actualmente estoy en un lugar donde tengo una mejor comprensión de mi tratamiento, los efectos secundarios y cómo manejarlos”.
Dabrowski reveló también que, antes de Wimbledon, no quiso tomar tratamiento, aunque sí se sometió a una intervención porque el dolor era demasiado: ni siquiera podía lanzar la pelota al aire para su servicio y debió ser asistida por su entrenador.
Tras su gesta en París 2024, Gabriela sí optó por combatir la enfermedad de manera más directa, con tratamiento de radiación y terapia endocrina.
“Mi intención al compartir parte de mi experiencia es enfatizar la calidad de vida que se puede mantener cuando el cáncer se detecta temprano, cuando se tiene acceso a médicos y otros profesionales de la salud que son altamente capacitados y dedicados a su oficio, cuando se cuida el bienestar mental, físico y espiritual, y cuando te rodeas de personas que realmente te respaldan (y te protegen)”, sostuvo.
“Perder todo por lo que había trabajado toda mi vida era una posibilidad real”, agregó, admitiendo que lo peor ya parece haber pasado. “Agradezco a mis amorosos padres y amigos, entrenadores increíbles, una compañera de dobles que me apoyó, un equipo real y acceso a expertos en atención médica”.
“Al cáncer le digo que se joda, pero también, gracias”, concluyó.