Nicolás Massú irradia alegría. Tras meses complicados en lo físico producto de una grave lesión luego de romperse el tendón de Aquiles -y una dolorosa pérdida familiar hace un par de semanas-, la leyenda del tenis chileno está, literalmente, de regreso.
Y sí, hablamos de literalmente porque el ‘Vampiro’ volverá a una cancha el próximo viernes 5 de abril para enfrentarse, en el Gran Arena Monticello, a su socio eterno: Fernando González.
“Estoy feliz de poder jugar una exhibición con Fernando González que es un gran amigo de toda la vida, un compañero. Y siempre estar en una cancha de tenis tiene una gran motivación”, reconoce Massú desde México a BioBioChile.
“Qué mejor que jugar con tu mejor amigo, en tu país, y ya jugamos en el Monticello hace años y fue increíble. También me tocó jugar ahí con Fernando contra Mónaco y Chela, conocemos el lugar, es especial”, agrega, detallando que “estoy con algunos torneos ahora en México y estoy llegando a Chile el 2 de abril”.
La lesión al olvido: “Ha sido una espera larga, varios meses de recuperación”
Massú reconoce que su evolución física ha sido lenta, pero segura. Y no es para menos, una rotura del tendón de Aquiles debe ser una de las más complicadas para un deportista de élite.
Pero, tal como en su época de tenista, nada amilina a Massú. “Me siento muy motivado porque vengo saliendo de una lesión bastante larga. El año pasado estaba jugando una exhibición con Carlos Moya en Brasilia y el partido con Fernando se jugaba supuestamente el año pasado, pero me tuve que operar, donde me rompí el tendón de Aquiles”, recuerda.
“Han sido muchos meses de espera, de poder sentirme bien, de recuperarme. Es una lesión larga así que ya he empezado a entrenar, de a poquito, a recuperarme y bueno, llegó el momento de volver a jugar partidos de exhibiciones que me motiva mucho”, explica.
“Mi operación fue un poco antes de la Copa Davis cuando fuimos a Bologna, y ha sido una recuperación que obviamente también no fue fácil. Estuve mucho tiempo trabajando y viajando, y manteniendo la rehabilitación, para poder sentirme de vuelta bien. Es una lesión súper complicada, muchos meses de recuperación, pero estoy muy motivado”, remarca.
Sobre el duelo con González, Massú asegura que darán un excelente espectáculo. “Creo que Fernando y yo estamos en una edad que todavía podemos demostrar un buen nivel de tenis, y eso la gente lo aprecia. Que la gente se vaya feliz y que nos pueda volver a ver después de un tiempo largo”.
“Me encanta jugar tenis, me encanta estar en la cancha de tenis. Cada día que pasa me siento mejor. Ya estoy preparado para jugar y se van a venir muchas más sorpresas en los próximos meses y años. Partidos en otros países y quiero estar bien para poder jugar. Me encanta estar en la cancha, correr, y sentir que puedo jugar en buen nivel”, avisa a sus fanáticos.
Un diagnóstico al tenis chileno: “Se está demostrando que estamos bien”
Massú respira tenis y como capitán de Chile en Copa Davis es optimista del presente y futuro de los representantes chilenos en el circuito.
“La verdad que por mi trabajo tengo la suerte de estar siempre cerca de ellos durante el año (jugadores de Copa Davis). Por ejemplo ahora estoy en México y acá están Matías Soto y Tomás Barrios, y pude compartir con ellos”, explica.
“La semana pasada estuve con Garín, Tabilo y Jarry. Eso es muy bueno porque veo lo que están haciendo y si no estoy en el lugar trato de seguirlos por internet o la televisión. Pero eso, una ventaja de mi trabajo de capitán de Copa Davis, generalmente puedo ver lo que hacen en el circuito”, complementa.
En este sentido, Massú valoró especialmente lo exhibido por la ‘Torre de Santiago’ en el Másters de Miami, aunque sin menoscabar a sus compañeros. “Me pone muy contento por Nico que está jugando a gran nivel”, afirma.
“Ya le había ganado ya a grandes jugadores este año como Alcaraz, Ruud, y otros. Jugar con los mejores jugadores del mundo en un torneo tan especial, como un Masters 1000, es muy bueno para la confianza, para lo que viene, para mostrar lo que se está trabajando. Me pone muy contento por él, bien también por lo que hacen los otros chicos, cada uno haciendo su propia historia”, puntualiza.
Por lo mismo, el diagnóstico de Massú es contundente: “Creo que a lo largo de estos últimos años el tenis chileno está demostrando que estamos bien, que estamos por ejemplo en Copa Davis, tercera vez en los últimos años, y eso me motiva mucho”
Chile no se achica en Copa Davis: “Somos difíciles para cualquiera”
El pasado 19 de marzo se realizó el sorteo de las Finales de la Copa Davis del mes de septiembre. La suerte quiso que Chile vaya a Zhuhai para enfrentarse a Alemania, Estados Unidos y Eslovaquia.
“La Copa Davis esta vez va a ser una serie distinta, porque se juega en un país donde no hay un local. No juega China en este caso, así que somos puros países neutrales”, advierte Massú.
El seleccionador chileno, de cara a lo que viene, ya ha ido adelantando trabajo. “He estado tratando con jugadores que han jugado ahí (Zhuhai) para averiguar las condiciones de juego, de la cancha, de todo lo que va a pasar allá para ir preparando y ya sabemos los rivales que enfrentamos, todos jugadores que conocemos mucho”.
“con Eslovaquia jugamos hace muy poco, también hace años me tocó estar a mí contra ellos como jugador. Alemania es un equipo muy compacto también y está Estados Unidos que puede hacer varios equipos”, detalla.
Massú sabe que el grupo es complejo. Sin embargo, no se achica. “Son todos rivales durísimos que están ahí. Solo hay 16 equipos, los mejores del mundo, así que son todos difíciles, como también nosotros sabemos que somos difíciles para cualquiera que enfrentemos”.
“Lo más importante es que lleguen sanos nuestros jugadores, ojalá que vayan ganando partidos para que lleguen con confianza, y va ser una Copa Davis especial, porque como digo es algo nuevo que no haya ningún local”, sentencia.
¿Algún objetivo? “Tratar de ir preparados lo mejor posible y nuestra meta es tratar de clasificar a Málaga, España, estar en los cuartos de final”. Imposible no ilusionarse teniendo al frente al que nos enseñó que nada es imposible.