Una ceremonia de premios para el olvido se vivió sobre la arcilla de Roma, específicamente luego de la final del WTA 1.000 entre la kazaja Elena Rybakina y la ucraniana Anhelina Kalinina.
Un momento que siempre es especial para los deportistas se convirtió en una pesadilla para las protagonistas de la definición en la capital italiana.
A la escasa presencia de público por la lluvia, además la final terminó en la madrugada, la premiación se vio empañada por una surrealista y pésima organización.
La organización del evento que se disputó en el Foro Itálico confundió primero y en varias ocasiones a la campeona Rybakina con su oponente, Kalinina.
La cantidad de errores, por parte tanto del protocolo como del speaker del torneo, provocó que la ganadora no pudiera disimular su incredulidad en la pista.
Incluso, a la hora de presentar a la vencedora se olvidaron completamente de la finalista, cuando el orden es siempre a la inversa luego de una definición por el título. Las pifias de los pocos aficionados presentes en el recinto se hicieron notar.
Un bochorno que llevó a los dirigentes del tenis italiano a abandonar de inmediato la cancha, dejando solas a las jugadoras.
Así, Rybakina tuvo que decirle a una azafata que le entregara en mano el trofeo de campeona. Todos desconcertados.
La ucraniana Kalinina abandonó entre lágrimas
La tenista ucraniana debió abandonar la final del WTA de Roma por lesión, luego de jugarse el primer game del segundo set. El marcador beneficiaba a Rybakina por 6-4 y 1-0.
Anhelina Kalinina se retiró completamente abatida, llorando desconsoladamente en su banco.
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