Esta semana en California, Estados Unidos, arrancó una nueva edición del BNP Paribas Open, también conocido como el mítico Indian Wells. Un torneo especial en el tenis mundial y que solo han ganado dos sudamericanos en la historia: el argentino Juan Martín del Potro en 2018 y un chileno, que lo hizo diez años antes, Marcelo Ríos.
Fue un 15 de marzo que el ‘Chino’ acabó levantando el hermoso trofeo de cristal, día en que superó en el duelo por el título al británico Greg Rusedski, dueño de uno de los mejores servicios de la historia.
La victoria en este torneo la permitió a Ríos escalar al número 3 del ranking ATP y quedar ad portas de acabar con al reinado de Sampras, lo que terminaría logrando 14 días después al sellar su ‘doblete’ en suelo norteamericano adjudicándose el Lipton, en Miami, y frente a Andre Agassi.
La dulce venganza de Marcelo Ríos contra Petr Korda
Indian Wells 98 fue más que especial para la raqueta chilena. El ‘Zurdo de Vitacura’ arribó al campeonato en el casillero 7 del escalafón planetario y fue uno de los cabeza de serie.
Así, tras vencer ‘al trote’ en primera ronda al alemán Hendrik Dreckmann (6-4 y 7-6), Ríos tuvo que afrontar a otro germano en octavos, aunque de mayor renombre: Nicolas Kiefer,
El ‘Chino’ tuvo una tarde soñada contra Kiefer y, nuevamente, no cedió parciales para instalarse en cuartos con un triunfo de 6-4 y 6-3.
Ya en cuartos de final vendría un rival al que Ríos no tendría compasión: Petr Korda. El checo había vencido al nacional dos meses antes en la final del Grand Slam de Australia, por lo que Marcelo tenía sed de revancha.
Ríos se tomó el partido como un asunto personal, pues Korda cuando lo superó en Melborune realizó una ‘rueda’ con su cuerpo para festejar en cancha. Lo consideró una humillación y no lo dejaría pasar como si nada.
Así, en el partido por el paso a semifinales el chileno exhibió sus mejores golpes. Movió de lado a lado a un Korda que sufrió el compromiso. Ríos, por otro lado, sonrió con cada una de sus jugadas mágicas: cortas, largas, passings… fue un festín.
Al final, el ‘Chino’ acabó venciendo al checo por 6-4 y 6-2. Tras darle la mano a su rival, Marcelo se fue a su lado y devolvió la ‘rueda’. Venganza consumada por completo.
La final contra Rusedski: respondiendo servicios de un ‘cañonero’ de 250 km/h
Tras celebrar su revancha contra Korda, Ríos debió recuperarse para continuar en la pelea por el título. Nunca un sudamericano había ganado Indian Wells y quería ser el primero.
En semifinales Marcelo Ríos debía enfrentar a un rival que había sorprendido a todos al eliminar a Andre Agassi: Jan-Michael Gambill.
Gambill, reconocido por sus golpes a dos manos tanto de revés como de derecho da una dura lucha a Ríos en un primer set que fue interrumpido por la lluvia. Sin embargo, el chileno se lo llevó 7-6.
En el segundo parcial, en tanto, Ríos pudo establecer diferencias y cerrar todo con un contundente 6-3. Marcelo eliminaba al último estadounidense en competencia.
Así, como ‘villano’, el oriundo de Santiago llegó a la definición con el británico Greg Rusedski, dueño de un potente saque, para muchos uno de los mejores de todos los tiempos.
Pese a los pergaminos de su rival, Ríos se las ingenió y le quebró en un primer set que se lo terminó llevando por 6-3.
Eso sí, lo más destacado del duelo se vivió en el segundo parcial: se fueron a un tiebreak que duró más de media hora y que hasta es considerado uno de los mejores de la historia. La manga se la llevó el británico por 17-15 con la particularidad que cuando estaban 10-10 el estadio completo se puso de pie para aplaudir a ambos.
Cuando se pensaba que Marcelo Ríos podría venirse abajo, el chileno exhibió madurez y garra para reponerse. Si a lo anterior se le sumó su enorme talento el resultado fue el esperado: Ríos se quedó con los sets 3 y 4 (7-6 y 6-4) para proclamarse campeón. Tal como lo soñaba, hizo historia.
Una conferencia de prensa histórica: “¿Acaso no te gustas a ti mismo? -No del todo”
Luego de exhibir el trofeo al público y de festejar con su círculo íntimo, Marcelo Ríos debió ir a conferencia de prensa, como lo tiene estipulado la ATP con cada ganador de un torneo del circuito.
En la organización había temor, pues Ríos ya registraba varios problemas con periodistas. Pero esta vez fue distinto: lució tranquilo, maduro y hasta confiado en lo que le deparaba el futuro.
“Estoy más concentrado, más inteligente para jugar. Cuando pierdo un set 7-6 me bajoneo, pero después trato de mejorar nuevamente. Ahora puedo mantenerme concentrado hasta que el partido termine”, explica a los presentes.
Después, antes cerrar su cara a cara con los medios, el ‘Chino’ tuvo un momento distendido con el periodista Vincenzo Martucci, de la Gazzetta dello Sport, que pasó a la historia.
Nelson Flores, autor de la biografía ‘El extraño de pelo largo’ de Ríos la reprodujo en su obra:
– No sé si la palabra correcta es simpático. ¿Podrías ayudarnos a decirle a la gente cómo eres realmente?
“No tengo nada que decir al respecto… creo que no soy simpático”.
– ¿Te da lo mismo?.
“Me da lo mismo”
– ¿Acaso, no te gustas a ti mismo?
“No del todo”.
– ¿Piensas que la prensa te malinterpreta?
“Nunca he tenido tantos problemas con la prensa, salvo con algunos que tratan de tirarme hacia abajo. En mi país, algunos se preocupan solo de destacar lo malo. Cuando los deportistas lo hceos bien, nos joden. No entiendo bien cuál es su negocio”.
– ¿Crees que tienes posibilidades de ser el próximo número 1 del Mundo?
“Sí, creo que sí. Viene la temporada de arcilla y ahí lo puedo hacer bastante bien”.
Así Marcelo Ríos pasó con éxito por Indian Wells. Un recuerdo inolvidable para los fanáticos de la disciplina en nuestro país.