La ‘Torre’ en llamas. El tenista chileno Nicolás Jarry, 134º del ranking mundial, se instaló esta noche en las semifinales del torneo ATP 500 de Rio de Janeiro, en Brasil.
En el court Guga Kuerten, la segunda raqueta nacional no hizo más que prolongar el gran rendimiento desplegado en la semana para dar cuenta del sexto favorito del cuadro, el argentino Sebastián Báez.
El nieto de Jaime Fillol se impuso al número 35 de la clasificación ATP con parciales de 6-3 y 7-6 (3), anotándose otro triunfazo en la arcilla carioca e ilusionando con la opción al título.
Un quiebre fue suficiente para que el chileno se quedara con la primera manga. Ganó el 88 por ciento de los puntos con el primer servicio, lo que habla de la regularidad con su saque, y no dejó a su rival contar con puntos de break.
En el segundo capítulo, el oriundo de Buenos Aires volvió a ceder el servicio de entrada y parecía que Jarry no tendría mayores problemas para cerrar el match a su favor.
Sin embargo, la ‘Torre de Santiago’ sufrió un rompimiento y Báez volvió a entrar en el partido. Jarry no perdió el foco y en el tiebreak sacó un par de ‘winners’ que le permitieron cerrar el duelo.
El chileno ya está entre los cuatro mejores de Río de Janeiro, fase donde se medirá nada menos que con el español Carlos Alcaraz (2º), exnúmero uno del mundo. Desafío de marca mayor.
Apuntar también que Jarry volverá a ser Top 100 después de tres años, está 85º en el ranking live, y será desde el próximo lunes el nuevo número uno del tenis nacional.