El griego Stefanos Tsitsipas, venció en un intenso partido a Daniil Medvedev, por parciales de 6-3, 7-6 (11) y 7-6 (1) y lo despachó del ATP Finals. Por su parte, Rafael Nadal vio la luz en su último compromiso ante el noruego Casper Ruud, a quien eliminó con un doble 7-5.

El griego Stefanos Tsitsipas rubricó su primera victoria en las ATP Finals de Turín, tras una maratón ante el ruso Daniil Medvedev, al que eliminó tras más de dos horas de intercambio de golpes directos que se decidió en dos ‘tie-break’ fundamentales, de gran nivel tenístico y para el recuerdo (6-3, 7-6 (11) y 7-6 (1)).

El duelo entre los dos perdedores de la primera jornada del grupo rojo, también de campeones del torneo, dejó eliminado a un Medvedev que rozó la épica, la hazaña, tras un desempate en el segundo set en el que salvó tres bolas de partido para alargar la contienda a un tercer set en el que se desesperó ante el aguante de su rival heleno.

Arrolló el heleno. No dio opción. Siete a uno y a pensar en Rublev, en un nuevo partido a todo o nada. El que gane pasa, el que pierda se marcha a casa.

Rafael Nadal ganó ante Casper Ruud, pero se despidió del certamen en Turín

Por su parte, español Rafael Nadal se despidió del Torneo de Maestros que se disputan en Turín con buen sabor de boca, desquitándose de las malas sensaciones que le han acompañado en el torneo que se le resiste y comenzando su preparación para el Abierto de Australia con una victoria ante el noruego Casper Ruud, por un doble 7-5.

Nadal saltó a la pista central del Pala Alpitour sentenciado, ya sin opciones matemáticas de acceder a las semifinales de su torneo maldito, el único grande que no guarda en su vitrina y que se disputa en unas condiciones, pista dura y cubierta, que no favorecen el juego de balear.

Ruud se desinfló por completo, empequeñecido ante el resurgir de Nadal y le dejó dos puntos de partido y con un revés a dos manos certificó su particular premio, el de recuperar sensaciones tras una segunda parte de la temporada marcada por las lesiones, la poca continuidad y los problemas personales fuera de la pista.

El español se despidió de Turín, pero lo hizo con una contundente victoria, dejando claro que todavía puede dar mucha guerra.