El tenista chileno Nicolás Jarry (507º del ranking mundial) se coronó campeón este lunes del Challenger 80 de Salinas, en Ecuador, certamen que se disputó sobre pista dura y que entregó poco más de 50 mil dólares en premios.

En el último escalón del camino hacia el título, el nieto de Jaime Fillol sacó en largos pasajes el tenis que lo tuvo como 38 del orbe y se impuso sin grandes complicaciones al colombiano Nicolás Mejía (382º) por parciales de 7-6 (7) y 6-1.

En su primera definición luego de volver a la actividad tras dar positivo por doping, la flamante cuarta raqueta nacional no falló en la mitad del mundo y dará otro gran salto en la clasificación.

La primera manga se caracterizó por el buen juego de servicio de ambos. Ninguno cedió su saque, por lo que la manga se dilucidó en el tiebreak.

En el desempate, Jarry parecía que cerraba con comodidad el set al establecer un contundente 6-1. No obstante, el ‘cafetalero’ reaccionó, no bajó los brazos y consiguió emparejar el score 6-6. Finalmente, el chileno no flaqueó, recuperó la concentración y cerró con un 9-7.

En el segundo capítulo, el santiaguino de 25 años aprovechó el envión de la ventaja y prácticamente anuló a un rival que hace sus primeras armas en el profesionalismo y que llegaba sorpresivamente a la definición en Salinas.

Así, Jarry se colocó con rapidez 5-0 arriba ante el verdugo de Tomás Barrios en cuartos, siguió manteniendo la fortaleza mental y su solidez en el servicio, cerrando sin problemas el match.

Undécimo título en el profesionalismo para el espigado jugador nacional, el cuarto en categoría Challenger. A eso se le suma seis Futuros y un ATP, el de Bastad el 2019, último título que había ganado y que fue previo a su suspensión por doping.