El tenista español Rafa Nadal se despidió este viernes del torneo de Montecarlo, segundo Masters 1.000 de la temporada, al caer (6-2, 4-6, 6-2) ante el ruso Andrey Rublev, de menos a más para reconducir un mal día y competir sin lograr el premio de la remontada.
El balear topó con Rublev, uno de los mejores jugadores del 2020 y con más proyección a sus 23 años, que le ganó por primera vez a la tercera, primer capítulo en tierra. El rey de la superficie comenzó muy mal, lleno de errores, contrariado como pocas veces en la pista y casi como nunca en tierra. El 11 veces campeón en Montecarlo forzó el tercer set pero no intimidó a un gigante Rublev, que en semifinales se medirá con el noruego Casper Ruud, quien eliminó (6-4, 6-3) al vigente campeón Fabio Fognini.
En su tercer partido en el torneo monegasco, después de trámites ante Delbonis y Dimitrov, Nadal se encontró con la exigencia que no tenía desde hace dos meses en Australia. Fue el ‘grande’ el único rodaje en 2021 para el de Manacor, por culpa de unos problemas en la espalda, llegando a Montecarlo con menos partidos que nunca. Ante Rublev se juntó un poco todo y, cuando logró entrar en la pelea, le faltó gasolina en las piernas.
Nadal entró con ‘break’ en contra de primeras. Los errores del balear permitieron confirmar la renta a un Rublev que mantuvo la calma en el amago de reacción de su prestigioso rival. Nadal ganó su saque en blanco y también rompió en blanco (2-2), pero siguió tenso en su juego, con cuatro dobles faltas y otro ‘break’.
El ruso volvió a tomar ventaja y ya no la cedió ante un Nadal contrariado (6-2). No se rindió el número tres del mundo, pero a base de bolas a la red comenzó incluso a desquiciarse.
A Rublev no le intimidó nada, ni le cambió el ritmo alto de su juego, pero no logró poner el 4-1 tras 10 minutos y tres bolas de ‘break’ con Nadal a su merced. El campeón de 20 ‘grandes’ no se rindió, a pesar de negar más que nunca con la cabeza, y salvó tres bolas de ‘break’. Sin embargo, el ruso salvó cuatro después.
El número 8 del mundo, con un saque efectivo en una media de 200 km/h, dio un recital ante el rey de la tierra. Nadal aguantó, tiró de galones y logró colarse en el partido con tres juegos seguidos que forzaron el desempate (4-6). La pelota estaba en el tejado de Rublev, pero el ruso añadió a su recital la fortaleza mental de aguantar al mejor jugador de la historia sobre tierra.
El ruso salió por delante del intercambio de ‘breaks’ que inició el tercer set. El toma y daca fue también a pelotazo limpio y a Nadal esta vez los errores le llegaron buscando la línea de fondo. Después de la épica victoria ante Roberto Bautista, Rublev dio un paso de gigante más apeando a Nadal en la primera parada de la tierra para el balear, que mira ya a Barcelona.