El avance del rugby a nivel nacional es un hecho. Tanto por nivel de juego como en popularidad, el deporte históricamente relacionado con clases elitistas se desmarca cada vez más de ese prejuicio. A punta de victorias deportivas, los involucrados en el deporte se esfuerzan por masificar el deporte.

Pese a que el desempeño del equipo chileno en la categoría de XV a side (15 jugadores por lado) en la última edición del Americas Rugby Championship no fue muy esperanzador (Chile perdió todos los partidos), la modalidad de 7 a side (siete jugadores por lado) ha crecido a pasos agigantados en la última década. Prueba de ello fueron las victorias conseguidas en Punta del Este y Reñaca este verano. La gran diferencia entre las modalidades tiene su explicación.

Una de las caras visibles de este avance es Felipe Brangier. El jugador del club Prince of Wales Country Club se ha convertido en un referente de la disciplina, consagrándose como capitán del equipo de seven a side desde el 2012.

“Me ha tocado ser partícipe y testigo de todos estos años del desarrollo del rugby tanto en XV como en seven. Eso sí, son dos escenarios distintos, porque el seven desde el 2010 es parte de las disciplinas olímpicas entonces el equipo tiene una contención del CoCH que es determinante”, aclara el jugador de 30 años, que está en la selección adulta de XV de manera intermitente desde el 2007, y en la de seven de forma constante desde el 2009.

Respecto al dispar resultado que han tenido las selecciones de XV y de seven, Pedro Cáceres, exdirigente de la Federación de Chile y de Aruco (Asociación de Rugby de Concepción), coincide con el capitán chileno.

“Hay que entender que son cosas distintas. Antes en los países potencias jugaban los mismos de seven y de XV. Ahora hay jugadores de seven y otros de XV. Y en Chile la realidad de las dos disciplinas es muy distinta”, opina el también formador de jugadores, que está vinculado al rugby desde hace más de 25 años.

Felipe, por su parte, no desconoce la diferencia e intenta explicar lo que pasa en Chile. “En XV ha habido avances en la estructura y contención del jugador, pero estamos en una época donde el desarrollo del rugby ha sido muy rápido y creo que nuestras competencias más cercanas, como Uruguay, Argentina, Estados Unidos o Brasil han crecido de forma más acelerada”.

“Nosotros todavía estamos intentando darle toda la connotación y estructura de alto rendimiento, pero en Chile el rugby sigue siendo un deporte muy social”, se lamenta Felipe.

Sin embargo, desde la Federación han mostrado cambios que apuntan a alcanzar el máximo nivel posible, con medidas para fomentar mayor competitividad y así mejorar el nivel de juego.

Apuntar a los más chicos

Sebastián Berti, exjugador y ahora formador y entrenador chileno en Irlanda, reconoce el avance que ha habido, pero debido a su experiencia, es más exigente. Es que Berti fue de los primeros jugadores que salió del país a jugar rugby y logró competir en el mejor nivel de Irlanda a fines de los años 90’.

“Todo parte en el tema de juveniles. Si se encuentran chicos de 15 años que tienen buen nivel y están dispuestos a sacarificarse los próximos 10 años para apostar a un mundial, hay que seguir con ellos el proceso (de crecimiento)”, cree Sebastián Berti.

Archivo | Víctor Hugo Montalva | Agencia UNO
Archivo | Víctor Hugo Montalva | Agencia UNO

“Entiendo que Chile está haciendo un proyecto que está metiendo a una selección menores de 18 a un campeonato de provincias de Argentina, que es lo que ha hecho Uruguay, y en esas cosas ellos nos han sacado ventaja. Porque a la M-20 los uruguayos llegan con un roce bastante más grande que el que tiene Chile”, añade.

Pero Berti no es fatalista, y cree que es posible llegar a un nivel competitivo siempre y cuando se vean las cosas a largo plazo, con trabajo y constancia.

Desde su óptica como jugador, Felipe Brangier también ha visto cambios en la formación de jugadores. “Se ha avanzado en la estructura de los menores, se estableció las categorías menores de 17, 18 y 19 que son etapas fundamentales en la formación de jugadores. Ahora les dan competencias todo el año. Se logró formar un staff técnico que están dedicados a la formación de menores”, cuenta el jugador del Prince of Wales Country Club.

Cambios de estructura

Sebastián Berti identifica dos grandes problemas en la estructura del rugby nacional que, según él, son de las cosas más importantes que se deben mejorar: los árbitros y la descentralización del rugby.

Junto con el trabajo de inferiores, el exjugador observa una constante que se debería mejorar. “El árbitro es muy importante al nivel de menores, porque si vemos un partido en el que el árbitro toca el silbato cada dos minutos es un juego muy cortado. No le das ritmo al partido, entonces los jugadores no juegan con un buen ritmo. El árbitro debiera ser un educador para los chicos”, afirma.

“Veo que hay intenciones de trabajar esto en Chile”, añade Berti.

Respecto a la centralización del deporte en Santiago, es algo que es difícil de combatir por las distancias que hay que recorrer, pero Sebastián Berti considera que es algo clave, ya los jugadores de provincias no juegan lo suficiente con los de Santiago, por lo que se estancan deportivamente.

Archivo | Jaime López | Agencia UNO
Archivo | Jaime López | Agencia UNO

Pedro Cáceres es penquista y ha vivido en carne propia el centralismo que sufre el rugby en Chile. “Creo que en un proceso de selección (chilena) la mayor parte de los jugadores, debieran ser de Viña y Conce, que son las ciudades que le hacen la competencia a Santiago. Ni siquiera considerando los buenos jugadores que podemos encontrar en Antofagasta, Valdivia, Puerto Montt o Arica, por ejemplo”, opina Cáceres, que ayudó en sus inicios al club Old Johns y actualmente coopera con Old Saxons, siempre en Concepción.

“En otros países los entrenamientos en las selecciones son concentrados de tres días, que es mas fácil que ir un día a la semana todos a Santiago. Eso se hizo acá con el entrenador Daniel Graco un tiempo. No sé cómo será ahora”, cuenta el exdirigente, que estuvo cerca de un año en la Federación nacional representando a Aruco.

“La apuesta de hoy con Pablo Lemoine (entrenador de la selección XV) es buena, hay que dejarlo trabajar, porque el vivió esta etapa de desarrollo del amateur al semi profesionalismo en Uruguay”, complementa.

Los protagonistas saben que el proceso para llegar a competir a nivel internacional es largo. Pese a reconocer varias falencias, afirman que la Federación va en buen camino para intentar profesionalizar cada vez más el rugby en Chile.