El piloto español Carlos Sainz (Ferrari) fue sancionado este viernes con diez puestos menos en la parrilla de la carrera del Gran Premio de Las Vegas, luego de verse obligado a cambiar una serie de componentes de la unidad de potencia, después de que una tapa de alcantarilla golpeara su monoplaza en la primera sesión de entrenamientos libres, según informó la propia competición.
La primera práctica del GP de Las Vegas se canceló después de que Sainz tuviera un problema con la tapa de una alcantarilla suelta que destrozó los bajos de su vehículo, un incidente que también obligó a retrasar los segundos entrenamientos por dos horas y media.
Cuando no llegaban ni a diez minutos de haber comenzado la sesión, el madrileño detuvo su coche después de sufrir una sacudida antes de que el motor dijera ‘basta’. Tras la incertidumbre inicial, se confirmó que la tapa de una alcantarilla, que no estaba bien sellada, había golpeado con fuerza en los bajos del SF-23 de Sainz, provocando daños en el asiento, el chasis, el motor y la batería.
Ante la extraordinaria situación, Ferrari pidió una excepción, ya que esos daños se causaron por motivos ajenos a la escudería, solicitando así a los comisarios “derogación del Reglamento Deportivo” para que no hubiera penalización. Sin embargo, la FIA insistió en que debía sancionar, lo que provocó el enojo de la escudería de origen italiano.
“Los comisarios determinan que, independientemente del hecho de que el daño fue causado por circunstancias externas muy inusuales, el artículo 2.1 del Reglamento Deportivo de Fórmula 1 obliga a todos los oficiales, incluidos los comisarios, a aplicar el reglamento tal como está escrito”, explicaron los comisarios sobre su decisión.
La FIA agregó que “si tuvieran la autoridad para conceder una derogación” en un caso de “circunstancias atenuantes, inusuales y desafortunadas, lo habrían hecho”, pero esto no lo permite la actual normativa. Y es que el madrileño acatará esta penalización por cambiar chasis, motor y batería, debido al fuerte golpe de una tapa de alcantarilla que no estaba bien sellada, y que quedó incluso incrustada en su SF-23, en un incidente del que Sainz salió ileso.