Durante la jornada de domingo se disputó el Gran Premio de Austria de la Fórmula 1. En el inició que largó primero Max Verstappen de Red Bull, seguido por los Ferraris de Leclerc y Sainz en segunda y tercera posición respectivamente, daban el primer recorrido en la pista del centro de Europa.
En las primeras vueltas de la competencia, el mexicano Sergio “Checo” Pérez, tuvo un roce con el vehículo que manejaba George Russell de Mercedes, lo que generó que el norteamericano saliera de la pista y se ubicara en la última posición del recorrido.
Luego del choque entre ambos, a Russel lo sancionaron con 5 segundos, por el toque a Pérez. Por su parte, el piloto de Red Bull tuvo que abandonar la competencia, ya que ya que su vehículo recibió daño estructurales y se le volvió imposible recuperar las primeras posiciones en la tabla de clasificación.
Posteriormente, la disputa por los primeros lugares estaba al rojo vivo, cuando Leclerc adelantó por un costado a Verstappen, dejándolo a la cabeza de la clasificación. Por su parte, Sainz hizo lo mismo cuando el competidor de Red Bull ingresó al pit line.
Cuando el piloto de la bebida energética fue superado por los Ferraris, se generó una disputa entre las escuderías de Red Bull y de Mercedes, por parte de Verstappen y Hamilton respectivamente, que no se daban tregua y se mantenían a segundos de diferencia.
Ya en la mitad de la carrera, la escudería italiana se afirmó en la delantera de la competencia, donde el de Mónaco, Leclerc y el español Sainz, no soltaron los primeros lugares de la carrera.
Sin embargo, en las últimas vueltas del Gran Premio de Austria, el piloto holandés de Red Bull recuperó los primeros lugares de la clasificación y compitió palmo a palmo el primer lugar que mantenía Leclerc, en la etapa más emocionante de la competición.
Llegarían los problemas para Sainz y su vehículo, luego de reventar motor y perder el control, impactando contra la barrera de contención y donde el piloto español tuvo que ser asistido, para escapar entre las llamas de su auto de la escudería Ferrari, provocando su abandono de la competencia.
En la última vuelta, Leclerc se mantuvo solido en delantera, a pesar de sus problemas en el acelerador y se coronó campeón con su escudería Ferrari del Gran Premio de Austria, seguido por Max Verstappen con su auto de Red Bull y cerrando el podio Lewis Hamilton en su Mercedes.