Carreras vertiginosas, autos eléctricos con baja emisión de carbono, pilotos de primer nivel, equidad de género y locaciones afectadas por los efectos del cambio climático. Cinco cualidades de una competencia sostenible como la Extreme E, que en 2022 afrontará su segunda versión y que ha llegado para poner en jaque tanto a la Fórmula 1 como al Rally Dakar, respecto de temáticas primordiales a nivel mundial.
Visibilizar los efectos del cambio climático desde la velocidad y competencia
Los aficionados de los deportes de motores tienen en esta reinventado circuito un concepto de las carreras todoterrenos, pero con vehículos compitiendo en condiciones de suma igualdad, ya que todos los autos corresponden al mismo modelo; el Odyssey 21, un SUV 100% eléctrico.
Desarrollado por Spark Racing Technology, este coche se ha modificado para que pueda emitir la menor contaminación posible, pero manteniendo unos poderosos 544 caballos de fuerza, siendo capaz de acelerar de 0 a 100 k/h en menos de cinco segundos.
Además de que cada uno de los nueve equipos participantes cuentan con una pareja compuesta por una mujer y un hombre, la Extreme E cuenta con experimentados pilotos que ponen a prueba su talento en terrenos complejos debido a sus climas extremos. Un ‘handicap’ que no es al azar, ya que el torneo nació con un propósito; exhibir mundialmente los efectos negativos del cambio climático.
Una visibilización pensada en las futuras generaciones de una industria que busca ser la precursora digital de los deportes. Y es que tras dejar a la televisión y radio de lado en sus transmisiones oficiales, la Extreme E ha optado por canales más contemporáneos como Instagram, YouTube y Tik Tok. A pesar de parecer extraño desde una mirada impregnada de justicia deportiva, no es raro ver cómo los pilotos ganan ‘bonus’ gracias a votos de aficionados en redes sociales.
Lewis Hamilton y Nico Rosberg: los principales fanáticos del Extreme E
A diferencia de la Fórmula E, que sólo se trata de una versión electrificada del histórico campeonato organizado por la Federación Internacional del Automóvil (FIA), la Extreme E es un híbrido entre la F1, el Rally Dakar y el Camel Trophy. Y sobre todo, con un número equitativo de participantes hombres y mujeres, lo que ha sentado un precedente como un formato nunca antes visto.
Su originalidad lo ha llevado, rápidamente, a cautivar al aficionado del deporte tuerca y sobre todo, a distintas personalidades, incluso, de la misma Fórmula 1.
El anuncio de la llegada de McLaren a la Extreme E para la temporada 2022, sumado a los equipos que presiden el ex campeón de la F1, Nico Rosberg (Rosberg Xtreme Racing), y el actual subcampeón británico del mismo circuito, Lewis Hamilton (X44), habla por sí solo.
El Extreme E goza de ser inigualable e incluso, ni siquiera entra en el reiterativo debate de gasolina versus baterías, ya que en sus vehículos, aún caracterizándose por su propulsión eléctrica, es incorporado el hidrógeno como principal novedad y por lo tanto, su aporte al medioambiente es significativamente más efectivo.
El objetivo de esta innovadora competición es ambicioso y de momento, se ha cumplido a cabalidad, ya que se ha logrado abordar dos temáticas mayúsculas de la agenda política mundial; la igualdad de género y el cuidado del medioambiente. ¿De qué manera una disciplina que no se subvenciona con marcas constructoras ni con presencia de público puede lograr tal reputación tanto deportiva como empresarial? Sostenibilidad.
Si Hamilton, Rosberg y McLaren han puestos sus fichas por este circuito de autos eléctricos, siendo capaces de atraer a patrocinadores de nivel internacional, es clave para considerar que ven en la Extreme E una herramienta deportiva y comunicativa para alcanzar sus grandilocuentes objetivos comerciales.
Antofagasta: la nueva sede chilena del Extreme E
A fines de diciembre del año pasado, la organización del circuito de todoterrenos eléctricos hizo oficial su calendario para la temporada 2022 con una grata sorpresa para Chile; se disputará una fecha doble en Antofagasta.
Durante el 10 y 11 de septiembre, el norte del país recibirá lo que será la cuarta de cinco etapas, justo dos meses antes del cierre de la competición en Punta del Este, Uruguay.
Al igual que en 2021 -primera edición de la Extreme E-, el primer circuito será en Arabia Saudí (Neom) y tendrá como fecha de comienzo el 19 y 20 de febrero. Luego, en mayo (7 y 8), será la localidad italiana de Sardinia que se empapará de esta emocionante y sostenible disciplina.
Antes de arribar a Chile, durante el 9 y 10 de julio se correrá la tercera etapa, donde la localía aún no se define, ya que la organización está entre dos opciones; las playas de Dakar en Senegal o las Islas Hébridas del Reino Unido.
Una positiva noticia para el deporte nacional y para el Norte Grande del país, que se ha visto afectado por los efectos del cambio climático y que, según las propias palabras del director general de la Extreme E, Alejandro Agag, confían en impactar de manera positiva en los lugares donde transcurren las carreras.
“Estamos deseando volver a visitar algunas de las increíbles ubicaciones de las carreras de 2021 para ver, con nuestros propios ojos, el impacto positivo que ha tenido nuestro campeonato y ver qué más podemos aportar a las comunidades de allí. También teníamos muchas ganas de añadir Sudamérica a nuestra lista de continentes, y con las visitas previstas tanto a Chile como a Uruguay, se perfila otra temporada emocionante”, enfatizó Agag.
Cabe consignar que el equipo de Nico Rosberg, compuesto por la australiana Molly Taylor y el sueco Johan Kristofferson, fueron los flamantes campeones de la primera edición de la Extreme E.