El británico Lewis Hamilton está en el ojo del huracán debido a los alimentos que le da a su perro Roscoe, un bulldog inglés.
El heptacampeón del mundo pasa gran parte de su tiempo libre con Roscoe, quien es toda una celebridad en redes sociales, con 413.000 seguidores en instagram.
Van a correr, entrenan juntos en casa y hasta comparten la misma dieta. Esto último ha ha generado bastante ruido y una asociación intervino.
Resulta que Hamilton es un vegano declarado, y hasta ha abierto un local de hamburguesas donde no se sirve comida de origen animal.
El asunto es que el piloto obliga a todos a su alrededor a seguir su dieta. De hecho, su asesora personal y entrenadora, Angela Cullen, debió convertirse al veganismo.
El ‘problema’ es que Hamilton ha hecho lo mismo con su perro, alimentándolo solo con verduras, legumbres y frutas.
La asociación ‘The Blue Cross’ tomó cartas en el asunto y acusó al británico de violar la Ley de Bienestar Animal, vigente en el Reino Unido desde 2006, por la dieta vegana de Roscoe.
“Si su sistema de creencias personal significa que no quiere comer ninguna proteína animal, está bien, pero esa dieta no está diseñada para cumplir con los estándares de bienestar de su mascota”, manifestó Daniella Dos Santos, presidenta de la Asociación.
Según dio a conocer 20 Minutos, si existe una denuncia formal, Hamilton podría pagar una multa de 20.000 libras e incluso una pena de cárcel de hasta 51 semanas.
Lo peor es que además perdería la custodia de su perro.