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"Nací con olor a bencina": el amor de Casale por el Dakar, su duro inicio y la admiración por Medel

Por Pablo Velozo
Con información de Javier Zamorano.

10 agosto 2020 | 08:11

El piloto Ignacio Casale es, sin duda, uno de los chilenos más exitosos de la historia del deporte en nuestro país.

Así lo avalan los distintos galardones que ha obtenido a lo largo de su carrera. Especialmente, su tricampeonato en la prueba tuerca más exigente del mundo: el Rally Dakar.

El ‘Perro’ hizo historia al convertirse en el primer nacional en ganar el mencionado evento, para muchos el de mayor riesgo del orbe, en la edición 2014, que incluyó trazados en Argentina, Bolivia y Chile.

Después Casale repetiría la hazaña en 2018 (Perú, Bolivia y Argentina) y 2020 (Arabia Saudita). Las tres veces las victorias fueron en la categoría de quads.

A los triunfos ‘dakarianos’ hay que añadir también otros importantes títulos logrados, como el Atacama Rally (2015 y 2017), Rally de Catar (2016) y Rally de Marruecos (2019).

Sin embargo, pese a que cuenta con una vitrina llena de trofeos, el inicio del actual deportista de Red Bull en el ‘mundo motor’ de manera profesional no fue algo sencillo de concretar.

Hoy, en medio de la pandemia, ‘Nacho’ se dio un tiempo para atender a BioBioChile y recordar lo más importante de su trayectoria. Desde lo complicado que fue dedicarse a ser piloto, pasando por una impactante tragedia, hasta sus momentos de gran alegría.

“No me he vuelto a subir a una moto desde que gané el último Dakar”

El 17 de enero de este 2020 Ignacio Casale se consagró campeón en Arabia Saudita. A casi siete meses exacto de la gesta, el piloto reconoce que no ha vuelto a subirse a una moto desde ese día.

Y es que la pandemia del Covid-19 arruinó la planificación original del ‘Perro’, que incluye cada año mudarse al desierto y recorrer más de 10 mil kilòmetros.

“Para mí fue bastante difícil el cambio de vida, porque yo paso mucho rato con contacto con la naturaleza. Mucha moto, mucho desierto, mucha bicicleta, trekking, y de un día para el otro nos tuvimos que encerrar en la casa y me costó un poco el cambio”, admitió Casale.

¿Te has podido acostumbrar al encierro con el paso de los días?

“A las dos semanas aproximadamente pude acostumbrarme. He aprovechado el tiempo para hacer cosas que antes no tenía tiempo. Para organizarme, para crear algunas cosas. Creo que si bien fue un cambio drástico, me pude adaptar de buena manera y lograr sobrellevarlo bien”.

¿A qué te has dedicado específicamente?

“La verdad que no puedo contar los detalles, pero siempre estoy haciendo mucho entrenamiento en la casa por medio de zoom con mi entrenador Rodrigo Parra. Si bien no es lo mismo, porque no están los mismos implementos que en el gimnasio y tampoco tengo el cerro para ir en moto o bicicleta, he intentado mantenerme bien físicamente para cuando toque subir a la moto no me cueste tanto”.

¿Dices que no has podido subirte a la moto?

“No, no me he vuelto a subir a una moto desde que gané el Dakar. Porque esto comenzó en marzo, en abril nos encerramos y no alcancé a hacer nada. Pero bueno, dentro de pocas semanas pretendo subirme a la moto y poder hacer la mayor cantidad de kilómetros posibles”.

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Imaginamos que esto ha dificultado tu planificación

“Yo en un año normal hago de 12 mil a 15 mil kilómetros de entrenamiento y hasta ahora llevo 0. Cuando me pueda subir a la moto y pueda ir al desierto a entrenar, voy a tener que intensificar en los entrenamientos. Antes iba 7 o 10 días al mes, ahora voy a tener que ir el doble, para intentar al menos hacer 8 mil kilómetros de entrenamiento”.

Asumimos que la idea es defender el título en 2021

“Estoy apuntando al Dakar 2021. Ojalá que podamos estar presentes y ojalá que el Dakar se realice. Hasta el minuto está confirmado, pero con esto del coronavirus todo puede pasar. La otra temporada pretendo correr el campeonato argentino, donde hay muchos pilotos de buen nivel, y también el Rally de Marruecos”.

“Nací con olor a bencina”: el amor por las tuercas y su difícil inicio profesional

Ignacio Casale es un amante de las tuercas y los motores. Y lo es desde pequeño, cuando decidió inclinar toda su pasión por los distintos tipos de vehículos dejando de lado el fútbol, el otro deporte con el que coqueteaba.

La cercanía del entorno familiar terminó inclinando la balanza para ese lado. De un momento a otro el balompié hasta dejó de resultarle muy atractivo.

¿En qué momento nació tu pasión por deporte motor?

“Yo nací rodeado de autos de carrera y motos por mi papá, por mi tío, y con un taller al lado de mi casa, que era el taller de mi papá. Entonces nací con el olor a bencina, nací con el ruido de los motores”.

¿Se puede decir que tu papá es el gran ‘culpable’, entonces?

“Sí, es gracias a mi papá y a mi tío, que me metieron el ‘bichito’ por el mundo motor. No solo las motos, también camionetas y otros vehículos. Ellos son los culpables de toda la pasión que siento por esto”.

¿Intentaste practicar otro deporte en algún momento?

“A mi cuando chico me gustaba mucho jugar fútbol. Mucho, mucho, mucho. Pero bueno, a mi papá no le gustaba y a mi mamá tampoco, entonces nunca me llevaron a un club, ni a probarme a algún lado”.

¿Soñabas con ser futbolista?

“Me hubiese encantado probar, me hubiese encantado jugar. La verdad que me gustaba mucho, mis ídolos en ese entonces eran Zamorano y Salas. La verdad que sí, creo que ese fue el primer deporte, antes de las motos, que practiqué por un tema obvio de edad”.

Cuando pasaste al motor ¿Qué fue lo más difícil para dedicarte totalmente?

“Mi principal problema o, como decirlo, lo más difícil que me tocó, fue el apoyo, tener que conseguir apoyo. Porque tú mientras no muestres resultados es imposible que las marcas se la jueguen por ti, que apuesten por ti”.

¿En qué momento cambió todo en tu vida y pudiste ser profesional?

“Me costó mucho conseguir ese apoyo, hasta que el 2012 pude conseguir el cuarto lugar en el Dakar que terminaba en Lima, y en ese minuto empezó a aparecer mi nombre en la prensa, empezaron a preguntar quién era este piloto nuevo, joven, y fue en ese minuto cuando mi carrera deportiva se transforma en una carrera profesional. Recién ahí, desde ese año, pasé a ser un piloto profesional y dedicarme cien por ciento al deporte”.

¿Cómo lo hacías antes para competir? Ya que no tenías auspiciadores

“Conseguía el apoyo de mis amigos. Tuve que organizar fiestas para juntar plata cuando estaba comenzando. Tuve que trabajar mucho para poder correr mis primeras carreras. Todo lo que yo ganaba me lo gastaba en carreras apostando que algún día iba a poder ser piloto profesional. Y así fue”.

Debes sentir orgulloso de lo que has logrado

“Miro para atrás y todo lo duro que pasé, todas las frustraciones y todo lo vivido, todo lo sufrido… y pienso que valió la pena. Si no hubiese sido por eso yo no hubiese llegado a ser el piloto profesional que soy. Creo que el que quiere, puede. Mis primeras motos me las fabricaba yo mismo en el taller de mi papá. Nos quedábamos largas horas, muchas veces hasta la madrugada, trabajando para poder correr”.

¿Cómo ves hoy todo lo que pasaste?

“Lo veo como un camino que tenía que recorrer para llegar a ser profesional y disfrutar de las cosas que tengo, y también valorarlas, porque sé cuanto cuesta”.

“Lo más complicado fue ver a Paulo Gonçalves muerto”: tristezas y alegrías del Dakar en Arabia

La última edición del Dakar, disputada por primera vez en Arabia Saudita, quedó marcada en la memoria de Ignacio Casale.

Y no solamente por la extenuante victoria que lo consagró. El evento estuvo lleno de momentos que son imposible de olvidar para el ‘Perro’. Unos más tristes que otros. Alguno hasta trágico.

¿Qué tal la experiencia de correr en Arabia? Existían muchas dudas en la previa

“La experiencia fue muy grata. Habían muchas dudas porque nadie conocía el país, pero fue maravilloso. Un país con muy buena gente, un país muy moderno y muy antiguo a la vez. Tiene grandes ciudades, pero también muchos pueblitos que son más pobres, que no se ven Google o las noticias. Estamos acostumbrados a los grandes edificios de Arabia y la verdad que me llevé una sorpresa”.

¿El camino y el terreno estuvieron a la altura?

“El terreno me encantó, porque Arabia partió los primeros 5 días de pura roca, muy aparecido al Rally de Marruecos donde gané en octubre del año pasado, entonces me acomodé mucho. Los primeros cinco días pude sacar una ventaja importante a mis perseguidores. La segunda semana se puso mucho más arenoso el terreno y también me sentí muy cómodo en ese terreno, sentí que estaba en Chile, porque las dunas eran muy parecidas a las de Copiapó”.

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Entonces más que positivo el balance…

“Para mí, la verdad, fue muy especial. Era el primer año fuera de Sudamérica y quería dar el golpe y ganar la primera edición, y así fue. Nadie conocía nada, fuimos con un poco de temor, no por el lugar, sino que porque no sabía si iba a poder seguir siendo un piloto competitivo después de estar un año abajo de la moto. Yo en 2019 corrí el Dakar en Side by Side, entonces estuve todo el año sin correr en una moto”.

Suponemos que no todo fue dulce ¿Qué fue lo más complicado que viviste allá?

“Lo más complicado para mí fue ver a Paulo Gonçalves muerto. Verlo ahí, accidentado, cuando murió”.

¿Cómo se hace para dar vuelta la página de ese momento tan duro?

“La verdad que creo que ese recuerdo no lo voy a olvidar tan fácilmente. Fue un momento muy duro y muy triste. Una mezcla de sensaciones que no son para nada gratas. Fue lo más difícil del Dakar… Siento que eso me tocó”.

¿Algo más complejo? Recordemos que en una etapa de perdiste

“En las últimas etapas había una especie de tormenta de arena con mucho viento, por lo tanto era muy difícil ver las huellas de los demás competidores. Se borraban por completo… Lo que más me costó fue el ‘Dakar a 10’, no podía encontrar un way point, estábamos muchos pilotos perdidos. Estuve más de 40 minutos buscando un way point hasta que prácticamente se me acabó la bencina. En ese minuto pensé ‘Listo, hasta acá llegó la carrera’. Llevaba 40 minutos con el piloto más cercano y en ese día perdí 40 minutos y fue muy angustiante”.

¿Primera vez que te pierdes a este nivel?

“Es que fue la primera vez que yo me pierdo en un Dakar durante tanto tiempo. Fue muy angustiante, quedó demostrado que uno nunca deja de aprender. Este Dakar me enseñó esa lección muy grande y por suerte pude encontrar el wai point y llegar a la meta ese día, casi en el último lugar, porque me perdí por tormentas de viento y de arena. Deportivamente fue lo más complicado que me tocó enfrentar”.

“El Dakar no va a volver a Sudamérica”

Casale es un profundo amante del Dakar. A pesar de los riesgos que conlleva la carrera, el piloto chileno ya se imagina compitiendo en otras categorías de la competencia.

Sin ir más lejos, aunque afirma que “me encantan otras disciplinas como el WRC”, puntualiza que “eso no es lo mío”. El ‘Nacho’ respira Dakar y es lo que lo motiva.

¿Cuál de tus títulos del Dakar es el que más recuerdas?

“Creo que el más importante para mí fue la primera victoria en 2014, cuando me convertí en el primer chileno en ganar el Dakar. Esa sensación yo creo que es única. El Dakar 2018 cuando gané por segunda vez, y el 2020 por tercera, es una sensación increíble, pero creo que nada se compara con la primera vez.

El 2014 pasó por Chile la carrera. ¿Te gustaría que vuelve el Dakar a nuestro país?

“Yo creo que el Dakar no va a volver a Sudamérica. Obviamente que extraño a los fanáticos chilenos. Me acuerdo toda la cantidad de gente que se despertaba a las 4 de la mañana, a los muertos de calor en el desierto haciendo barra. Son momentos que quedan en la retina y no se olvidan”.

¿Por qué piensas que el Dakar no vuelve a Sudamérica?

“No creo que vuelva porque en Arabia firmaron por 5 años. Lo más probable es que esté al menos 10 años allá y creo que el Dakar en Sudamérica cumplió un ciclo. Mi percepción como piloto, con la experiencia que tengo, creo que el Dakar no va a volver”.

¿Hay más razones?

“Primero por un tema económico y, segundo, quizá por un tema de imagen. Los últimos años se ensució mucho el nombre de Dakar y creo que por eso va a ser muy difícil que los gobiernos financien esta carrera que es muy cara de pagar. Los árabes no han mostrado problema en pagar esos montos”.

¿Extrañas el fanático nacional, entonces?

“Sí, eso es lo que más extrañamos en Arabia Saudita. Allá la gente sí iba, pero siento que no conocen todavía muy bien lo que significa esta prueba. En comparación con Sudamérica la fanaticada de allá no es tan efusiva. Se extrañan los ceacheí en la partida, en la meta, cosas que allá no se ven. Igual siempre hay un chileno jaja”.

¿Cómo es eso? ¿Hubo un fanático nacional presente en Arabia?

“Sí. Se hizo presente en dos etapas y en le meta allá… se nos acercó, nos dijo que vivía allí hace 9 años y fue algo raro, vivir en un país tan diferente al nuestro”.

¿El fanático chileno es el más apasionado, el más cercano?

“El chileno, el argentino, el peruano, todos muy apasionados. El boliviano también. Siento que en Sudamérica el Dakar acercó mucho a la gente. Muchas personas que no seguían el mundo motor, gracias al Dakar se hicieron seguidores del deporte.
Los fans de Arabia no tienen nada que ver con la euforia, con lo que sentíamos de parte de la fanaticada sudamericana”.

“Gary Medel es tremendo referente para todo el que hace deporte”

Contrario a deportistas que aseguran no tener referentes, Casale sí los tiene y no tiene conflicto en alabarlos. Pertenezcan o no al ambiente motor.

¿Quién es tu máximo referente deportivo?

“La verdad que yo admiro mucho a Stéphane Peterhansel, deportivamente lo admiro mucho”.

¿Qué motivo hay para tu admiración?

“Es un piloto que estuvo (en Dakar) y ganó en motos, y también ganó muchas veces en autos. Creo que es el referente de muchos pilotos que hoy corren rally. Es el piloto con más experiencia que corre en el rally y eso te motiva a seguir los pasos de él, para intentar, de una u otra forma, imitar su carrera muy exitosa”.

¿Y fuera del rally?

“A Gary Medel. Por su garra, por su empuje, por el corazón que le pone al deporte, y el espíritu deportivo que ha demostrado tener”.

Extraño, considerando que te habías alejado bastante del fútbol

“Es que me gusta su estilo y lo admiro también como futbolista. Ya no me gusta tanto el fútbol, pero igual es un tremendo referente para los que hacemos deporte”.

¿Sientes que es poco valorado en Chile lo que han hecho tú, Chaleco, De Gavardo? En comparación a otros deportes

La verdad que encuentro que en Chile hay muy buenos pilotos, tanto en motos como en autos, y la verdad es que hay que ser realistas, es un deporte no tan masivo como el fútbol, el tenis o el golf. Pero los fans y la afición sienten mucha pasión al igual que nosotros por el rally, y no creo que sea poco valorado. Creo que la gente lo valora mucho, pero no es como el fútbol u otros deportes muy masivos donde haces mucho más ruido mediático que lo nuestro. Me han tratado muy bien en Chile”.