VER RESUMEN

La italiana Julieta Cantaluppi, famosa entrenadora de gimnasia y exseleccionadora de categorías inferiores, así como actual seleccionadora de gimnasia de Israel, obligó a varias gimnastas italianas menores de edad a quitarse prendas de ropa por cada error en los entrenamientos, según desveló este lunes La ‘Gazzeta dello Sport’.

La gimnasia italiana vive su peor momento en lo extradeportivo. Hace apenas tres días Emanuela Maccarani -histórica seleccionadora italiana que llevaba en el cargo 30 años- fue apartada definitivamente de su puesto por las acusaciones de maltrato que varias deportistas hicieron públicas en 2022.

Y este mismo sábado se conoció que el nuevo presidente de la Federación de Gimnasia Italiana (FGI), Andrea Facci, calificó a la gimnasta Ginevra Parrini como “un coño precioso“.

Este lunes, un nuevo escándalo sacudió a la gimnasia italiana. Porque, según desveló ‘La Gazzetta dello Sport’, otra entrenadora cruzó el límite con las deportistas, algunas menores de edad. Entre las que sufrió esas prácticas está Sofia Raffaeli, bronce en los recientes Juegos Olímpicos de París 2024 y nacida en 2004, por lo que cuando ocurrieron las vejaciones, muchas antes de 2022, era menor de edad.

La denuncia se hizo pública en 2022, cuando las gimnastas Nina Corradini y Anna Basta -entre otras- desvelaron y relataron el calvario y las humillaciones que vivieron durante sus entrenamientos con Maccarani, como tener que pesarse delante de sus compañeras y haber sido insultadas por el cuerpo técnico.

La Fiscalía de Monza (norte) comenzó entonces una investigación sobre los posibles abusos e interceptó una llamada entre Olga Tishina, mano derecha de Maccarani, y Natalia Nesvetova, responsable deportiva de la sociedad de gimnasia Etruria Prato, en la que criticaron a Cantaluppi.

“Con ella (Cantaluppi) todo es mucho peor… Con ella hay maltrato. Cuando obligaba a Raffaeli y Serena Ottaviani a lanzarse el aro… y cada vez que no podían hacerlo, tenían que quitarse parte de la ropa. Y al final se quedaban en ropa interior“, dijo Tishina.

“Las encerraba en una habitación pequeña y fría, sin teléfono, sin nada, porque entrenaban mal. Las castigaba“, añadió.

En otra conversación telefónica, Martina Centofanti, capitana de la selección italiana de gimnasia rítmica, le confesó a su propia madre que vio a Raffaeli obligada a arrodillarse ante una entrenadora a la que le rogaba que aceptara sus disculpas por haber hecho mal un ejercicio.

Por el momento, a diferencia de Maccarani, ninguna gimnasta ha presentado una denuncia contra Cantaluppi.