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La selección de Dinamarca volverá a pelear, por cuarto año consecutivo, por el oro en el Mundial de Balonmano tras certificar este viernes su clasificación para la final del al imponerse por goleada (40-27) a Portugal en la semifinal.

Tras los mundiales de 2019, 2021 y 2023, la selección de Nikolaj Jacobsen disputará en Oslo (Noruega) su cuarta final consecutiva del Mundial este domingo.

Portugal empezó el encuentro cometiendo demasiados errores, impacientes y a merced de un equipo danés que había salido sin piedad al pabellón, un ritmo frenético donde los vigentes tricampeones se movían como peces en el agua.

Cualquier imprecisión portuguesa la aprovechaba el equipo de Jacbosen para castigar al rival, si bien poco a poco se fue metiendo en el partido, aumentando su ritmo pero también con la cabeza más fría, la distancia en el electrónico nunca se reducía y los cuatro goles de diferencia siempre estaban allí.

Con un parcial de 20-16 se fueron al descanso ambos equipos, con Dinamarca mandando en el marcador y en el juego de la mano de un Mathias Gildsen inspirado y de Emil Nielsen, guardameta y seguro de vida.

La segunda parte empezó peor que nunca para los portugueses, que vieron cómo un avión les sobrevolaba por encima y ampliaba su ventaja goleadora poco a poco, con una buena defensa y una velocidad en ataque prácticamente imparable.

Nielsen se hacía aún más gigante con cada parada ante la desesperación de Portugal, con hasta cinco detenciones seguidas, mientras sus compañeros de ataque facturaban un gol en cada contraataque abultando el marcador.

Con el partido ya cerrado, Dinamarca no hizo más que ampliar su ventaja hasta terminar con un resultado de 40-27 y se verá en la final ante Croacia este domingo.

Croacia se cobró revancha ante Francia en Mundial de Balonmano

La selección de Croacia volverá a pelear, dieciséis anos después, por el oro en el Mundial de Balonmano tras derrotar por 28-31 a la de Francia en las semifinales.

Si en 2009 el conjunto balcánico se vio privado de la posibilidad de lograr ante su público su segundo título de campeón universal tras caer por 24-19 ante Francia en la final, en esta ocasión los croatas sí hicieron valer su condición de anfitriones y lograron el billete para la lucha por el oro.

Los croatas estuvieron liderados por unos sensacionales Zvonimir Srna, autor de siete dianas, y Dominik Kuzmanovic, que cerró el choque con quince paradas.

Goles y paradas que permitieron a Croacia desarbolar por completo en los primeros veintiséis minutos de juego a una selección francesa incapaz de frenar a los cañonero croatas, con una renta de nueve goles (9-18) a cuatro minutos para la conclusión de la primera mitad.

El contundente marcador obligó a Francia a arriesgar con un ataque con siete jugadores de campo, que apenas funcionó a los de Guillaume Gille, todo lo contrario que la profundísima defensa 3-3 que permitió a los galos reducir su desventaja en el marcador (11-18) al llegar el descanso.

Remontada que ni la expulsión con tarjeta roja directa que vio Aymeric Minne logró frenar en un segundo tiempo, en el que el partido se tornó cada vez y más duro con el permiso de los colegiados alemanes, superados por completo por el eléctrico ambiente que se vivió en el Arena Zagreb.

De hecho, Francia, liderada por Dika Mem, autor de ocho tantos, se llegó a poner solo tres goles (25-28) a siete minutos para la conclusión, para desesperación de un equipo croata que se quedó con dos jugadores menos sobre la pista por las exclusiones de Marko Mamic y Marin Jelinic.

Pero cuando la remontada parecía más factible para los franceses, surgió la figura del veterano central Igor Karacic, que con un gol y un penal volvió a dar aire (26-30) a Croacia, que sentenció la victoria con una parada saliendo desde el banquillo cuando la portería estaba vacía.

Un triunfo (28-31) que permitirá a Croacia volver a luchar, dieciséis años después, por el oro Mundial el próximo domingo en Oslo (Noruega) ante Dinamarca.