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Katherinne Wollermann, oriunda de Chiguayante, se convirtió en una leyenda del deporte nacional al lograr la única medalla de oro para el Team ParaChile en los Juegos Paralímpicos de París 2024, destacando en para canotaje en los 200 metros KL1. Su lucha contra la adversidad, con un diagnóstico tardío de mielitis transversa que la llevó a la silla de ruedas, se transforma en inspiración para su éxito actual. Wollermann, tras alcanzar la gloria en París, reflexiona sobre su impacto en Chile, su trayectoria y sus mensajes de superación para las futuras generaciones de atletas. Su historia, marcada por desafíos y triunfos, la consagra como un ejemplo de superación y una crack en su disciplina.

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El nombre de Katherinne Wollermann ya está escrito con letras doradas en el libro de los máximos logros del deporte nacional, gracias a su notable desempeño en los Juegos Paralímpicos de París 2024.

La oriunda de Chiguayante, de 32 años, alcanzó la única medalla de oro del Team ParaChile en la última cita de los tres ágitos, luego de ganar en el para canotaje y específicamente en los 200 metros KL1.

La campeona mundial en Hungría 2024 conquistó así la cuarta presea dorada para Chile en la historia del deporte paralímpico. Wollermann se sumó a Cristián Valenzuela en Londres 2012 y Alberto Abarza y Francisca Mardones en Tokio 2020.

Previo al éxito y a la exposición mediática, Wollermann afrontó la adversidad y debió enfrentar un largo camino de esfuerzo.

A sus 19 años se mantuvo enferma durante tres meses y los doctores nunca pudieron acertar a tiempo con su diagnóstico. Lo que parecía ser una tuberculosis, interrumpió sus planes, la mandó al hospital y cambió su existencia para siempre.

Tras una serie de exámenes, los médicos descubrieron que Katherinne padecía de mielitis transversa: una enfermedad que inflama la médula espinal de tal manera que se interrumpen las conexiones nerviosas del cuerpo y, por tanto, impide que pueda volver a caminar.

En diálogo con BioBioChile, la flamante campeona paralímpica habló de aquel amargo momento y principalmente de la gloria alcanzada en la capital francesa, en su tercera participación en JJPP. “Estoy feliz, porque no solamente fue el podio, sino que también el récord mundial y el récord paralímpico”, comenzó diciendo.

– Tu medalla de oro en los Juegos Paralímpicos ha sido recibido con gran entusiasmo en Chile ¿Cómo describirías el impacto personal y profesional de este logro en tu vida y en tu carrera deportiva?

– Aún estoy recepcionando todo lo que está pasando. Creo que tiene un impacto muy grande, porque finalmente a nivel social se está causando una revolución del deporte paralímpico, sobre todo los que hemos sido medallistas. Se viene haciendo un trabajo arduo desde hace muchos años, desde la medalla de Cristián Valenzuela en Londres 2012, que fue el primer oro y así ha ido evolucionando.

– ¿Cómo te sientes ser la segunda medallista de oro para Chile en la historia de los Juegos Paralímpicos y además brillando junto a Francisca Crovetto como las protagonistas del deporte nacional en París 2024?

– Estoy como en un sueño. Tengo suerte de estar asimilando las cosas aún, de hecho cuando fui a competencia todo pasó de forma rápida, me tocó la carrera de velocidad de 200 metros, luego la carrera de la ceremonia, de las entrevistas, del vuelo. Así que ahora recién estoy recepcionando un poco, encontrándome en calma, lo que está aconteciendo con todo y agendando las cosas que tengo que hacer a nivel social.

– ¿Qué mensaje les puedes dar a las deportistas nacionales y a las mujeres de Chile tras este gran logro?

– El mensaje que les puedo dar es que uno nunca debe rendirse en general en la vida y hay que luchar por las cosas que uno quiere, independiente del género, porque finalmente hay que ver siempre la dificultad como una oportunidad que te permita realizarte como persona y si eso va a acompañado de la pasión dentro de lo que tú haces, mucho mejor.

– Has acumulado un impresionante historial de logros, incluyendo la medalla de bronce en los JJPP de Tokio 2020 y tu título mundial en Hungría -además de consagraciones panamericanos y sudamericanos- ¿Qué diferencias y similitudes encuentras entre estos eventos y la experiencia de competir en los JJPP de París?

– Cada campeonato te va dando herramientas. Te va dando técnicas, te va entregando habilidades, haciendo que vayas creciendo a nivel profesional, como también las herramientas psicológicas y cualidades que te van a ayudar a enfrentarte.

– Finalmente, si bien es cierto que el entrenamiento es un hábito, una disciplina, una rutina, es lo mismo que la vida; donde uno va sorteando distintas cosas y hay algunos que permanecen y otros que no. La clave es poder sobrellevar cada situación.

– Realizaste un gran heat clasificatorio en las aguas de Vaires-sur-Marne, que fue la previa a tu presea dorada ¿Qué pasaba por tu cabeza ya en el momento de la definición, en una carrera de 200 metros donde todo pasa en una fracción de segundo?

– Iba con mucha autoconfianza, muy tranquila, serena, enfocada y trabajamos mucho el enfoque desde lo psicológico también. Entonces creo que me enfrente no a una Kathy con nervios, ni ansiosa, sino que más bien dejando que las cosas fluyeran de una manera automática; entonces decía ¿Preparada para esto?, claro ¿Voy a dar lo mejor?, obvio ¿Quiero ser la mejor?, lo voy a hacer y ¿cómo tengo que hacerlo?, haciendo el mejor entrenamiento.

– Largue la prueba y en los primeros metros dije ‘salí lento’ y en eso dije ‘tengo que subir un poco’, lo hice, mantuve y de repente sentí que estaba fluyendo mucho, apreté un poco y me pegué le levantada. No pensé que había sido tanto, no lo dimensioné hasta que terminé y después me puse a ver el video y ¡wuau! Ahí dimensioné lo que había hecho.

– Al llegar a Chile la gente me decía ‘sabes que transmitiste todo lo que fue la emoción en la competencia y en la ceremonia, donde abrazaste y besaste a tus compañeras’. Lloré mucho, pero de la emoción.

– Obtuviste el cuarto oro para Chile en unos JJPP y el único en París 2024 ¿Qué crees que significa este logro para el deporte paralímpico en el país y cómo esperas que influya en las próximas generaciones de atletas?

– Crecimiento. Creo que necesitamos líderes para potenciar el crecimiento a nivel paralímpico. Detrás hay generaciones que nos están viendo a nosotros con el gran potencial que tenemos y somos inspiración para ellos. Esperar que sean más de lo que podrían llegar a ser.

– Tu carrera ha sido marcada por una enfermedad y un diagnóstico tardío durante tu juventud, que te llevó a una silla de ruedas ¿Cómo enfrentaste estos desafíos iniciales y qué papel han jugado en tu motivación y preparación para las competencias?

– Eso es tocar la fibra. Fue una etapa de mi vida súper dolorosa, fue triste, había frustraciones. Esas mismas cosas que experimenté en algún momento me ayudaron a sobrellevar la situación de ahora y nunca olvidando que, si bien es cierto, era esa situación, había otras situaciones que en ese momento me permitió sacarme la venda de los ojos. En este caso mi familia, que me decía ‘Kathy, aquí no se acaba la vida’ o amigos que me decían que ‘esto es como usar un aro, es un accesorio’.

– Entonces, en la medida en que las personas te van facilitando cosas, tú te vas dando cuenta que no eres solo eso, eres más de lo que puedes llegar a ser.

– Después de superar la adversidad. ¿Qué te llevó al para canotaje?

– El para canotaje me generó una oportunidad y un desafío. Hice muchos deportes: básquetbol, atletismo, handball, volley, rugby, tenis en silla, tenis de mesa, de todo un poco, pero qué me llevó al canotaje: el hecho de que mi lesión medular como era muy alta, era todo un desafío; primero subirse al barco, luego avanzar, después dar una palada y cuando ya tenías todo listo y te podías sostener, venía el viento, después la lluvia y así, no era una sola cosa por sí sola, era un desafío constante y eso era lo que necesitaba en ese momento, desafiarme a mí misma.

Un ejemplo de superación. Una crack.

La carrera al oro y la emoción en la ceremonia