Son las 05:30 horas del sábado 7 de septiembre y Puerto Natales se revoluciona. Los hoteles y hostales, prácticamente con capacidad a tope, reciben en sus cafeterías a cientos de entusiastas que se preparan para una gran cita deportiva: la Patagonian International Marathon.
A partir de las 6 de la mañana, la plaza de la ciudad comienza a acoger a los 650 inscritos para correr los 10K, 21K y 42K, respectivamente. En ese mismo lugar, espera una decena de buses para trasladar a los competidores hasta el Parque Nacional Torres del Paine.
Las cerca de dos horas de viaje en la locomoción dispuesta por Racing Patagonia, entidad encargada de la organización del evento, no amilana en nada el ánimo de los participantes. Mexicanos, brasileños, colombianos, estadounidenses y chilenos -entre las más de 30 nacionalidades presentes- comparten con alegría experiencias. Otros, prefieren descansar y dormir.
Ya en la caseta de entrada al recinto, el impacto de aquellos que vienen por primera vez es grande. Las cámaras y celulares comienzan a asomar por las ventanas para capturar fotografías. Los que han dicho presente antes saben que lo que viene será aún mayor y se lo toman con calma.
Detenerse, casi una obligación
El reloj marca las 10:00 horas y se dan las largadas -en lugares distintos- de los 10 y los 42K. Una hora más tarde le corresponde los inscritos en 21K. La meta es la misma y se ubica en el Centro de Bienvenida de Reserva Las Torres.
Los que han dicho presente en la cita saben que se trata de una corrida diferente a todas. Primero, por los fuertes vientos de la zona que le añaden complejidad al recorrido. Segundo, y más importante todavía, por el hermoso paisaje que lleva a casi todos a detenerse en algún momento del circuito.
Capturas al escenario, selfies y grabaciones de video se ven a cada rato en pleno desarrollo de la competencia. Las ganas de ‘rescatar’ un recuerdo pareciera convertirse en algo imposible de evitar, según pudo constatar BioBioChile. Solo aquellos que buscan el primer lugar, a veces, no se frenan.
Esto último lo confirma Mauricio Quintanilla, fotógrafo y director del medio especializado Corredor Promedio.
“Me parece que es completamente entendible detenerse a tomar fotos en la ruta de la carrera. La belleza del lugar sumado a las emociones que vas sintiendo, crean una sensación de ensueño que debes documentar de alguna manera”, expresó a BBCL.
“Incluso algunos me han pedido que les tome fotos con sus celulares, no tienen problema en perder algunos segundos de carrera para ganar un recuerdo para toda la vida”, agregó Quintanilla, quien ha estado en nueve oportunidades en la competencia de la Patagonia.
Uno de los corredores destacados en 10K fue el periodista de T13 AM, Luis Marambio. El comunicador acabó en el quinto puesto de su categoría y pudo ser mejor, sin embargo, fue uno de los que hizo pausas por la belleza del entorno.
“Vi los tiempos y aunque no iba por un afán competitivo, si no me hubiera detenido hubiera estado en el podio en mi categoría, pero no me arrepiento de nada. Y no me arrepiento porque deliberadamente quería tener un registro, lo más probable es que lo muestre en el canal también, porque fue una imagen majestuosa”, explicó a este medio.
Marambio complementó que “no es habitual” en él parar cuando corre. “Uno en general va escuchando música, concentrado hasta cuando sale a trotar, en la calle, pero acá en las Torres del Paine fue de verdad inevitable. Fue increíble, inesperado también, porque los pronósticos hablaban de nublado y lluvia, y fue todo muy mágico. Por eso me detuve”.
Stjepan Pavicic, director de Patagonian International Marathon: “Sabemos que esta experiencia es un sueño para muchas personas”
El ‘fenómeno’ de las constantes detenciones es algo que también conoce a la perfección Stjepan Pavicic, director de Patagonian International Marathon y fundador de Racing Patagonia.
“Los corredores se veían felices en la ruta y en la meta. Todos querían tener su fotografía como recuerdo porque el día estuvo increíble y las panorámicas son impresionantes”, expresó a BioBioChile.
“Nos enorgullece porque sabemos que esta experiencia es un sueño para muchas personas alrededor del mundo y marca para siempre a quienes tienen la oportunidad de vivirlo”, añadió sobre el suceso práctincamente instintivo de ocupar las cámaras.
Hay que destacar que en esta ocasión, la duodécima de la maratón, se registró un total de 650 participantes. Si bien hubo podios y campeones, todos resultaron ganadores con el paisaje y clima despejado que marcó la jornada en la elegida como Octava Maravilla del Mundo en 2013.