En 2009, Luis Gutiérrez era carabinero y su vida transcurría sin mayores sobresaltos, hasta que un disparo a 1,1 metros lo dejó ciego. 15 años más tarde es el paratriatleta más destacado de Chile, posicionando su nombre y el del país en Latinoamérica y el mundo.

Pero el presente tardó en llegar y Luis tuvo que poner su mayor esfuerzo y amor propio para estar a dónde hoy. “Para mí el quedar ciego fue nacer de nuevo: aprender a caminar, a leer, a escribir, a comer, a afeitarme, a vestirme. Todo de cero. Es nacer de nuevo”, aseguró el deportista de 43 años.

La historia fue así. Luis acudió, junto a otros uniformados, a un operativo donde un tercero le disparó casi a quema ropa. La bala atravesó la cabeza de Luis, ingresó por la sien izquierda y salió por la sien derecha.

“Me empecé a ahogar, me hicieron una traqueotomía en el lugar, y lo último que recuerdo fueron las hélices del helicóptero, y ahí me fui en coma”, comenta el paratriatleta.

Estuvo 18 días en coma, y luego, 2 meses en coma inducido. Despertó con la pérdida total de visión en ambos ojos. Además, al momento del accidente la hija de Luis tenía tan sólo un año.

Alcoholismo, drogas y sobrepeso

Luego de despertar del coma, y una vez que se confirmó su ceguera, las malas noticias para Luis no se detuvieron. El equipo médico que lo atendía en el hospital institucional de Carabineros, advirtió que no sólo perdería la vista, sino que también no podría caminar nuevamente y que el resto de sus días los pasaría en cama.

El triste panorama que se le presentaba pudo más. Luis se sumió en los vicios, dejando de lado a su familia.

“Fueron los peores años de mi vida, me refugié en el alcohol, la droga, el cigarro y en la comida”, confiesa el excarabinero, quien incluso asegura que llegó a cortarse los brazos. “Ese era mi alivio”.

Así estuvo dos años tras el accidente, vida de excesos que lo llevó a pesar 110 kilos y comprometer sus relaciones familiares. “Me dolía el alma no poder ver a mi hija, el día, la noche, mi gente, fue algo horrible. La ceguera no se la doy a nadie”.

Pero, como todo en esta vida, esa etapa llegó a su fin gracias al deporte. “En el camino van apareciendo muy lindas personas y me enseñaron lo que es el deporte”.

Empezó como terapia y terminó como estilo de vida

Tras tocar fondo, Luis tuvo la fortuna de toparse con diferentes personas e instituciones, como el presidente Comité Paralímpico de Chile, Ricardo Elizalde, el municipio de Puente Alto y la escuela para personas con discapacidad visual, Santa Lucía, entre otros.

Ellos lo trataron de llevar por el camino del deporte, algo que un principio no fue fácil para Luis Gutiérrez. “Sentía decenas de bastones. Escuchar bastones, más bastones. Yo decía ¡Dios mío! ¿Dónde estoy metido? ¿Qué hago acá?. Una semana aguanté y me fui”.

No obstante, su fuerza de voluntad pudo más, y regresó. “Esta es mi vida. Tengo que asumir que soy ciego y tengo que luchar”, comenta el paratriatleta.

Eso sí, tuvo que aprender de todo nuevamente, “a caminar, a leer, a escribir, a comer, a afeitarme, a vestirme. Todo de cero. Es nacer de nuevo”.

Luego fue aprendiendo a trotar, a correr, “todo como terapia, pero le agarré el gustito”. Tanto así que en 2014 clasificó a sus primeros Juegos Parasuramericano donde fue doble medallista de bronce en 1500 y 5000 metros planos.

“Acá me quedo, dije, en el deporte”, recuerda Luis.

Reconocimiento internacional y nacional

Desde ese momento, los éxitos deportivos se han sucedido en la vida de Luis Gutiérrez. “El deporte me salvó la vida”, dice el atleta.

Tras las medallas de bronce obtenidas en los Juegos Parasuramericanos de Santiago 2014, el excarabinero partició en el Open Caixa de Sao Paulo 2015, donde se colgó la medalla de bronce.

Fue séptimo lugar en los 1.500 metros planos de los Parapanamericanos de Toronto 2015.

Ya en 2018, se quedó con el primer lugar en su categoría en los 42K de la Maratón de Santiago, con un tiempo destacado tiempo de de 2:54:22.

Los triunfos siguieron en el Iron Man de Pucón 70.3 de 2019, donde también obtuvo el primer lugar en su categoría. En el mismo año, fue primer lugar en su categoría en los 21K de la Maratón de Santiago con un tiempo de 1:21:14.

Fue así como se preparó para la carrera más desafiante de su vida como paratleta, el Full Iron Man de Florianópolis. Con un tiempo de 12 horas, 1 minuto y 22 segundos, el atleta chileno colocó su nombre en la historia, al convertirse en el primer paratriatleta chileno en terminar la extensa competencia. Además, se hizo con el primer lugar de su categoría, es decir el mejor paratriatleta.

Cabe destacar que a Luis lo acompañan, en todas sus competencias de paratriatlón tres guías: Francisco Aguirre, natación; Sebastián Montero, ciclismo y Jonathan Barrera en maratón. “Gran labor la que cumplen ellos, súper bien”, comenta Luis.

Luis Gutiérrez: “Si yo puedo hacer un triatlón, todo el mundo puede. Los límites se los pone uno”

Tras el éxito, el deportista nacional no quiere detenerse y asegura que va por más. En agosto competirá en un triatlón en Arica; en septiembre dirá presente en el maratón a realizarse en Torres del Paine y en la primera edición del Iron Man 70.3 de Valdivia.

En 2025, en tanto, espera realizar un full Iron Man en la Patagonia, abierto a todas las categorías, convencionales y paralimpicas.

Junto con el deporte, Luis se ha dedicado a realizar charlas vocacionales contando su historia de vida, donde recuerda su accidente y el cambio que en sí generó el deporte.

“No esperemos que nos pase algo tan grave como para saber que se puede. Si yo ciego puedo hacer un maratón o un triatlon, todo el mundo puede. Los límites se los pone uno“, asegura el deportista.