Alejandro Galán es para toda persona que sigue el pádel una verdadera leyenda. El oriundo de Madrid, de 28 años, ha sabido mantenerse en la élite de la disciplina por varias temporadas, lo que la ha dado un reconocimiento mundial a la altura de sus logros.
A sus 28 años, ‘Ale’ se ubica número 2 del ranking de la Federación Internacional de la especialidad. En el World Pádel Tour, en tanto, es el quinto mejor ubicado. Es decir, su estatus de crack no se puede negar.
Por lo mismo, no ha sido extraño que Galán se haya transformado en uno de los protagonistas del paso de la Premier Pádel P1 por el Movistar Arena, en Santiago.
Al hispano lo buscan para fotos, para videos, para notas. Él devuelve a las muestras con un notable rendimiento junto a su compañero argentino Federico Chingotto, que ha provocado ovaciones espontáneas en el reducto de la capital chilena.
“De muy pequeño el pádel me eligió”
En medio de su agitado paso por el país, alcanzando las semifinales del torneo y luchando aún por el título, el español se dio tiempo para responder a consultas de BioBioChile.
“Yo creo que todos los jugadores son superdotados, tienen mucho talento, pero creo que hay que explotarlo con mucho trabajo y no hay más secreto”, contestó de entrada sobre qué diferencia a los ‘gigantes’ del pádel del resto.
“Creo que el ranking ahora mismo está marcando quién está más preparado porque, ahora mismo, no sé decir si hay jugadores de más abajo del ranking que no tengan nivel o golpes. Pero los que están siendo más consistentes, son los que están alcanzando esas ocho primeras plazas como pareja”, complementó el también atleta de Red Bull.
El madridista, además, considera que el pádel vive un “recambio generacional” en el presente y que, por lo mismo, es necesario estar siempre vigente. “El deporte está evolucionando de manera muy física respecto a anteriores años. Creo que se está en constante evolución y el jugador tiene que estar preparado, es todo un trabajo”, expresa.
Al ser interrogado si en algún momento de su vida pensó en otra disciplina deportiva como su profesión, Galán remarcó que “creo que desde muy pequeño el pádel me eligió”.
“Me han gustado otros deportes, y se me dan bastante bien en general. Bueno, quién sabe si me hubiese dedicado a otro cosa”, agregó entre risas.
“Lo peor es vivir lejos de la familia, tener a mis perritos esperándome en casa”
Ale Galán disfruta de su vida a diario y del circuito. “Lo mejor es vivir de mi pasión, de divertirme, de conocer gente increíble, mi círculo”, explica.
“Poder conocer del mundo, de otras culturas, creo que eso te nutre mucho y para mí es lo mejor”, acota.
Sin embargo, no todo es color de rozas. “Lo peor es estar alejado de mi familia, porque yo soy muy familiar”, afirma.
“Cuando salgo tengo mis perritos esperándome en casa, y mis padres cada día conectados a la hora que sea para poder pasar un poquito de tiempo conmigo, aunque sea por la pantalla”, remarca.
Igualmente, los momentos complicados no amilanan a un Alejandro Galán que tiene otro objetivo en mente y cruza los dedos para que se cumpla: disputar unos Juegos Olímpicos. “El pádel en sí no para de crecer. Y no es que lo necesite, pero sería algo grande para seguir llegando a mercados donde aún no se ha hecho”.
“Sería muy positivo para que el pádel esté también en otro foco, en las Olimpiadas. Para mí sería un sueño competir ahí”, concluye.