El kayakista español Aniol Serrasolses desafió una vez más los límites de lo posible al realizar el salto más alto de cascada con un kayak en un glaciar de 20 metros de altura en el archipiélago de Svalbard, en el Océano Ártico.

El kayakista profesional español Aniol Serrasolses, está constantemente desafiando los límites de lo posible.

No conforme con los récords mundiales en aguas blancas extremas que ha logrado, recientemente sorprendió nuevamente al mundo con las imágenes de su más reciente e histórica hazaña deportiva: el salto más alto de cascada realizado con un kayak en un glaciar de 20 metros de altura, en el archipiélago de Svalbard (Noruega), en pleno Océano Ártico.

Este récord junto al proceso de su preparación se puede ver en el documental “Ice Waterfalls” disponible en Red Bull Tv.

Kayakista Aniol Serrasolses hace historia en cascada de hielo
Cedida

La idea de este proyecto se remonta a una década atrás, cuando el deportista vio una foto de la pared de hielo que dio la vuelta al mundo. “Esa imagen quedó grabada en mi cabeza. Luego empecé a investigar, a buscar la localización de la cascada… ¡Tenía que encontrarla y hacer eso en un kayak!”. Diez años después, Aniol lo consiguió.

Para ello, Serrasolses reunió un equipo de expertos, que partió la expedición en la localidad noruega de Longyearbyen, a bordo de un barco de investigación. La travesía duró 36 horas hasta llegar al destino final: el glaciar Bråsvellbreen.

“Las Cascadas de hielo son la última frontera”

“He pasado casi toda mi vida buscando las cascadas más salvajes, los rápidos más locos… Las Cascadas de Hielo son la última frontera”, relata el deportista, quien hoy está radicado en el sur de Chile, tras una visita a nuestro país que lo enamoró de sus paisajes y ríos a tal punto que decidió construir su casa aquí.

Pero a pesar de la precisa planificación previa, el proyecto no estuvo exento de problemas. Así, la maniobra de acercamiento del barco a la pared de hielo, la escalada a esta y un complejo sistema de poleas que tuvieron que idear para subir por 20 metros los kayaks; son algunos de los obstáculos que el equipo tuvo que enfrentar. Ahora, una vez en lo alto del glaciar, quedaba lo más importante: llegar hasta la cascada para lo que Aniol y el equipo de grabación tuvieron que caminar nada menos que 11 kilómetros a través del hielo, recorrido que les tardó seis horas.

Al llegar a las Cascadas de Hielo, Aniol emprendió con éxito el salto a nada más ni nada menos que de 20 metros de altura, para luego enfrentar sus gélidas aguas, cuya temperatura del agua estaba a menos de 1ºC, concretando así el salto más alto de una cascada jamás realizado con un kayak.