Bárbara Riveros ya se encuentra en Chile para brillar en el Ironman 70.3 de Pucón.
La mejor triatleta chilena de la historia, Bárbara Riveros reaparecerá en el Ironman 70.3 de Pucón tras 6 meses alejada de la alta competencia.
El pasado 29 de julio fue uno de los días más complejos en la vida personal y deportiva de Bárbara Riveros. Durante su rutina de entrenamiento de ciclismo en las montañas de Suiza sufrió un violento choque con un automóvil en pleno descenso ¿El resultado? Una mano quebrada, heridas, moretones en todo el cuerpo, y lo más preocupante: una fuerte contusión en la cabeza.
Con las heridas físicas y emocionales ya cicatrizando, la deportista de 36 años y mejor triatleta chilena de la historia- avalada por su título mundial en distancia Sprint, medalla de oro y plata en Juegos Panamericanos y cuatro Juegos Olímpicos, entre otros hitos- confidencia que su proceso de recuperación no ha sido nada fácil.
“Ha sido mucho más lento que los pronósticos originales, sobre todo por un derrame en la cabeza que me dejó sin entrenar durante dos meses y también todo el tema cognitivo y cerebral a trabajar aparte de lo físico. Incluso he usado un beeper que me dé un ritmo de activación cerebral, pero gracias a mi equipo de fisioterapeutas, familia, amigos y seres queridos en Chile y Suiza me he logrado sentir cada día mejor”, asegura.
Esperado retorno
Tras una larga y paciente lucha contra la adversidad del destino, Bárbara Riveros se siente lista y con confianza para volver a competir el próximo 7 de enero en el Ironman 70.3 de Pucón.
La Mejor Deportista de Chile en el 2016– que hace más de una década vive entre Suiza y Australia– aterrizó en Chile a inicios de noviembre para hacer realidad su plan de retorno.
Tras cumplir roles de embajadora en los recientes Juegos Panamericanos y comentarista del Mundial de Triatlón en Viña del Mar, viajó a Puerto Varas, donde se está preparando para reencontrarse con su pasión de toda la vida en un lugar especial. Prueba de ello son sus 6 medallas de oro en el Ironman nacional.
“Pucón siempre ha sido una carrera muy mágica, donde hice mis primeros triatlones en 1994. Por ende su comunidad significa mucho para mí. Siempre corro para darle una alegría a ellos y entregarles un lindo show”, destaca la ‘Chicka’.
Eso sí, sin dejar de mantener un equilibrio sobre las expectativas: “En este momento más que por un título, quiero sentir el cariño de mi gente. Mi meta es seguir entrenando de forma consistente y retomar toda mi fuerza… lo que es seguro es que en Pucón me entregaré de lleno, siendo fiel en lo que ha sido toda mi trayectoria”, comenta.
Si bien asume que en este momento la prioridad es reencontrarse con los afectos y buenas sensaciones, su espíritu ganador la hace enfocarse en dos grandes desafíos para el 2024, que espera vayan de la mano: el Ironman de Nueva Zelanda (2 de marzo), donde necesita quedar en el Top 3 para clasificar a la máxima cita para triatletas de distancias largas, que será el Mundial de Ironman de Niza, Francia.
“Quiero seguir dejando un legado a las nuevas generaciones”, cierra esperanzada.