Nueva Zelanda se clasificó este viernes para la final del Mundial de Rugby tras ganar con claridad (6-44) a Los Pumas de Argentina, que orgullosos, no pudieron frenar la gran superioridad de los “All Blacks” en todo ámbito.
Los neozelandeses, que se mostraron muy superiores durante casi todo el encuentro, especialmente en el segundo tiempo.
En tanto, los trasandinos mantuvieron la intensidad, pero cometieron errores que se pagaron caro y no lograron equiparar fuerzas, un balance claramente insuficiente ante un equipo que juega al rugby con mucha calidad y oficio.
A pesar de todo, el encuentro comenzó con dominio de Argentina, que se adelantó en el marcador, con un golpe de castigo transformado por Boffelli en el minuto 5.
Pero los “All Blacks” se rehicieron rápidamente. Tras una presión intensa de su “pack” que les llevó a centímetros de la línea de ensayo, un gran pase por alto al flanco derecho permitió a Will Jordan comenzar con la remontada.
Los neozelandeses olieron sangre y continuaron con su objetivo en pie. Para el 17, Jordie Barrett anotó el segundo ensayo, aunque esta vez Mo’unga falló su golpe de transformación (3-13) y Argentina no se rendía, con buen juego de mano y su energía proverbial.
La presión de los dirigidos de Michael Cheika terminó por dar fruto. Tras rozar el ensayo, que se quedó a apenas unos centímetros, un nuevo golpe de castigo de Boffelli puso el 6-12 en el marcador.
Nueva Zelanda renovó la presión, pero chocó con una serie de feroces placajes de “Los Pumas” en su línea de 22.
Con la misma hambre empezaron los de Oceanía el segundo tiempo, y Aaron Smith anotó un try ya en el 42 tras un “scrum” del que su equipo salió con ventaja. La transformación sí llegó esta vez para Mo’unga. Fue el principio del festival.
“Los Pumas” mantuvieron el orgullo, con algunos ataques prometedores que no pudieron culminar, mientras Nueva Zelanda marchaba con un ritmo implacable hacia su quinta final.
Viéndose ya en la final, los hinchas neozelandeses comenzaron a corear con “olés” los pases de los suyos. Eso sí, aunque estaba todo decidido, los últimos minutos fueron muy intensos y espectaculares.
Los albicelestes querían su try y los de negro buscaban otro más. El pitido final del árbitro fue recibido con una gran ovación del público para premiar un generoso esfuerzo en un trabajoso 6-44.
De esta forma, los All Blacks de Nueva Zelanda firmaron otra contundente presentación y ahora, esperan por disputar la final del Mundial de Rugby el próximo 28 de octubre ante el ganador de la serie entre Sudáfrica e Inglaterra, a jugarse mañana sábado.