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Sábado 01 julio de 2023 | 06:31

Cuando Pinochet le dijo 2 veces ’no’ a los Juegos Panamericanos: pebetero no se encendió en 1975 y 87’

Capturas I Biblioteca Congreso Nacional

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Los Juegos Panamericanos que Augusto Pinochet canceló en Chile. El detalle de las renuncias y la fuerte revelación de un expresidente del COCH, que hasta sacó 'al baile' a Don Francisco

Chile albergará este año, y por primera vez en su historia, los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos, el mayor evento deportivo internacional multidisciplinario en el que participan atletas de América.

La magnitud de la cita es solo comparable con el Mundial de fútbol del año 1962, por lo que aparece sin dudas como el mayor evento deportivo de Chile en el siglo XXI.

Los Juegos Panamericanos ‘Santiago 2023’ se realizarán del 20 de octubre al 5 de noviembre en cuatro regiones del país, reuniendo a cerca 7 mil atletas de 41 naciones del continente, y seguido, del 17 al 26 de noviembre, será el turno de los Parapanamericanos que congregarán en la capital a 2 mil Para atletas de 33 países.

Pero para concretar finalmente estos primeros Juegos, Chile debió pasar por un largo recorrido de sinsabores. En tres ocasiones estuvo muy cerca de ser sede, destacando las renuncias para los años 1975 y 1987.

1975: Dificultades políticas y económicas frustraron el sueño

La ODEPA (Organización Deportiva Panamericana) eligió en agosto de 1969 a Santiago como sede de los Juegos. El Presidente Eduardo Frei Montalva, de la Democracia Cristiana, respaldó la candidatura y ratificó su apoyo una vez que Santiago fue escogida.

Ya con la llegada de Salvador Allende al poder, el legislativo aprobó una ley que destinaba dinero para cumplir “los fines” de los Juegos Panamericanos de 1975.

Incluso, José Tohá, ministro de Defensa y presidente honorario de la Comisión Organizadora de los Juegos (COJ), indicó en reunión con la ODEPA que “el deporte es una necesidad y un derecho en la comunidad. Chile cumplirá en 1975”.

El 21 de abril de 1972 ya estaba constituido el Comité Organizador y también estaba listo el eventual logo del evento deportivo.

El argentino César R. Torres, Doctor en Filosofía, docente e investigador en la State University of New York (SUNY) Brockport, indagó en detalle los movimientos de Chile para ser sede de los Juegos en los 70’ y 80’. Reveló importantes datos sobre la atmósfera política en la organización del evento multideportivo.

“El entonces presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), irlandés Michael Morris -conocido como Lord Killanin por su título nobiliario- dijo haber hecho averiguaciones discretamente que le indujeron a creer que no habría problemas mientras el gobierno de Allende ‘se mantenga unido y estos juegos unan al pueblo de Santiago’”, escribió.

“No obstante, indicó que ‘por supuesto existe el riesgo de un movimiento contrario al Gobierno en cuyo caso la situación puede cambiar’. Al respecto, a Killanin le comentaron un hecho que creyó digno de incluir en el informe: durante el segundo partido de la final de la Copa Libertadores entre Colo Colo e Independiente de Argentina, jugado la noche del primer día del congreso de la ODEPA en el Estadio Nacional de Santiago, Allende fue silbado y abucheado cuando apareció en el palco presidencial”, agregó.

Poco después que el gobierno socialista promoviera un proyecto de ley estableciendo normas relativas a los Juegos, Allende fue finalmente derrocado por un golpe de Estado que instaló a una Junta Militar de gobierno encabezada por Augusto Pinochet, iniciándose una dictadura que se prolongaría hasta 1990.

Finalmente, los militares en el gobierno decidieron cancelar los Panamericanos por “la crítica situación económica que vive el país” e incluso solicitaron postergar el evento para 1977.

La determinación de Pinochet y el resto de la Junta sorprendió al venezolano José Beracasa, presidente de la ODEPA y miembro del COI, quien en octubre de 1973 visitó Chile para instaurar un Plan B para la realización de los Juegos, donde la principal medida era abaratar los costos.

La Junta Militar se comprometió en un plazo de dos días dar una respuesta definitiva. “Serán unos juegos más modestos, pero se harán en Chile si el Gobierno lo autoriza”, indicó Beracasa.

Sin embargo, Pinochet, Leigh, Merino y Mendoza le bajaron el pulgar a los Panamericanos, rechazando las indicaciones con la idea de enfocarse principalmente en el mejoramiento de la economía y el orden institucional.

Sao Paulo (Brasil) fue elegida nueva sede pero tuvo que dimitir el año 1974 debido a un brote de meningitis. Dos meses después se otorgó la sede a la Ciudad de México.

Chile pudo volver a ser sede de los Panamericanos 12 años después, pero

1985: Disputas internas, crisis económica y primeras protestas contra el Gobierno

La asamblea de la ODEPA designó en julio del año 1981, en tierras venezolanas, a Santiago como sede de los X Juegos Panamericanos de 1987.

Pese a que Quito (Ecuador) llegaba con el favoritismo, Santiago se impuso por 18 votos a 14. De acuerdo a César R. Torres, en la investigación ‘La designación de la sede de los X Juegos Panamericanos: una enrevesada historia de cuatro ciudades‘, cuando se anunció el resultado a la asamblea “la delegación chilena irrumpió ‘en gritos y canticos con la popular tonada chilena ‘Viva Chile, mi hermosa patria’”.

“Mientras los ecuatorianos no ocultaron su decepción. Augusto Pinochet felicitó a Gustavo Benko, presidente del COCH, por su cometido y proclamó: ‘Los deportistas que nos visiten llegarán a un país cuya hospitalidad es reconocida y que los hará sentirse como en su propia casa’”, apuntó.

Un punto que jugó a favor de Chile por sobre la aspiración ecuatoriana, que utilizó la demagogia para desacreditar al país durante la asamblea, fue la decisión de la Dirección General de Deportes y Recreación (DIGEDER) de contratar a una compañía francesa para realizar un acabado estudio que terminaría por determinar si estaban las condiciones para postular.

El estudio dictaminó que los Juegos Panamericanos de Santiago 1987 son “técnica y económicamente factibles”. El dinero provendría del juego de pronósticos deportivos Polla Gol, que entregaba fondos a la DIGEDER.

Se estimaba un gasto de entre 30 a 75 millones de dólares, mientras que los Juegos producirían un ingreso de 26 millones de la divisa estadounidense.

Y hasta había mascota: en 1983 la caricatura de un pingüino deportista ideada por alumnos y alumnas de Diseño Gráfico de la Facultad de Educación y Ciencias Humanas de la Universidad de Antofagasta fue elegida para el evento.

@seba_flores

Con la instauración del COS (Comité Organizador de los Juegos) la organización del evento iba tomando forma. Todo parecía ir de maravilla cuando Benko y Patricio Guzmán, este último vicepresidente del COS, indicaron que no habían mayores reparos en el plano presupuestario.

No obstante, Sergio Badiola, director de la DIGEDER y miembro del consejo directivo del COS, no estaba del todo convencido y exteriorizó su preocupación por el giro que habían tomado las exigencias presupuestarias.

A fines de mayo de 1983, Badiola solicitó una reunión con Pinochet para analizar la factibilidad de los Panamericanos, más aún luego de la crisis económica de 1982. El primer ‘pero’ surgió cuando el general de Ejército señaló que “se pretendió -excúsenme que esto lo diga con bastante vehemencia-, equivocadamente, orientar la responsabilidad del financiamiento total de los Juegos hacia la DIGEDER”.

En la exhaustiva investigación de Torres, se menciona que “Badiola concluyó, quizá contemplando la posibilidad de que el apoyo económico del gobierno no aumentaría, que la mejor opción era desistir de organizarlos, aunque quedaba la opción de trasladar la responsabilidad al COCH, con un apoyo económico limitado. (Fernando) Matthei -integrante de la Junta y comandante en jefe de la FACH- se oponía, ya que el COCH no le daba confianza. Dudaba que tuviera la capacidad de organizar el evento y de manejar su financiamiento adecuadamente”.

“Gastar setenta millones [de dólares], como mínimo, […] para sacar el octavo lugar, lo considero casi masoquismo…y no generará entusiasmo en la gente”, apuntó el mandamás de la Fuerza Aérea de Chile.

Finalmente, una semana después de la reunión, la DIGEDER anunció que el Gobierno retiraba el apoyo a los Juegos. Comunicó que estos eran “prescindibles” en las actuales circunstancias económicas.

Frente a este nueva renuncia, el entonces presidente de la ODEPA, el mexicano Mario Vázquez Raña, no ocultó su asombro y puso en duda que los motivos sean exclusivamente económicos. Apuntar que poco después, los militares financiarían el campeonato mundial juvenil de fútbol organizado en Chile en 1987.

No se descarta que otro ‘poderoso’ motivo de la renuncia sea el surgimiento de las primeras protestas sociales masivas contra el gobierno de Augusto Pinochet.

Gustavo Benko: las duras revelaciones del hombre fuerte del COCH a comienzos de los 80’ -hasta Don Francisco salió ‘al baile’-

Gustavo Benko fue clave para que Chile derrotara a Quito en la votación para los X Juegos de 1987. Como presidente del COCH realizó un interesante e intenso ‘lobby’, instalando la mesura y humildad, permitiendo que muchos de sus colegas cambiaran su sufragio.

Historia de la Esgrima de Chile

Consultado del por qué Chile renunció a los Juegos del 87’, el abogado y ex esgrimista señaló a El Mercurio en 2013 que “los mismos que esgrimieron el endeudamiento que heredaron de Allende para no hacer los Juegos de 1975, postularon a fines de los 70 a los de 1987. Y lo de que la culpa fue de la recesión del 82 no es así“.

“Le cuento una cosa. Un día me llaman al Ministerio de Defensa a una reunión con el general Sergio Badiola y otra persona. ¿Sabe quién era?…Mario Kreutzberger, Don Francisco. ‘Escuche lo que le va a decir Mario sobre si es comercialmente conveniente o no hacer los Juegos’, me dijo Badiola… Y Don Francisco dijo que Chile no era un país de deportistas y que sería pura inversión y nada de rédito… sin comentarios. Pero lo económico no fue la razón”, apuntó.

Y Benko fue más allá. Apuntó que la renuncia fue “para no tener millones de telespectadores viendo en vivo como el 99,9% del Estadio Nacional pifiaba al gobierno. La razón económica fue lo que me obligaron a decir cuando fui a la ODEPA a comunicar que no haríamos los Juegos. Me enviaron acompañado de un CNI para asegurarse de que dijera lo que ellos querían”.

De esta manera, la dictadura militar mostró nulo interés en ser sede de los Juegos, en una decisión que le costó caro al país: 30 años después, el organismo le pasó la cuenta a Chile en su lucha ante Lima por los Juegos de 2019.

Recién el 4 de septiembre de 2017 volvieron las sonrisas. Durante la asamblea general que la Organización Deportiva Panamericana (Odepa) celebró en Praga (República Checa), Santiago recibió el voto unánime de los 41 países miembro para ser sede de los Juegos 2023.

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