El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, pidió este viernes que Rusia y Bielorrusia no puedan participar en los próximos Juegos Olímpicos, ni bajo bandera neutral, en una reunión telemática celebrada con 35 naciones de todo el mundo.
El mandamás ucraniano, que esta semana viajó a Londres y Bruselas para verse con diferentes líderes mundiales y pedirles ayuda para frenar la invasión rusa en su país, insistió en que estas naciones no pueden participar en París 2024 por su implicación “en la guerra”.
“El terror y los Juegos Olímpicos son dos cosas opuestas, no pueden mezclarse”, manifestó Zelenski en dicha reunión.
Por su parte, agregó que no se debe pasar la página y que “Rusia está tratando de captar cualquier tipo de atención por parte del mundo para hacer propaganda de la guerra. Su participación no puede blanquearse con la neutralidad o con una bandera blanca”.
La reunión estuvo dirigida por la nueva ministra británica de Deporte y Cultura del Reino Unido, Lucy Frazer, que incidió en que Rusia ha destruido “las infraestructuras del deporte de Ucrania” y ha “frenado las oportunidades” de los atletas de este país.
“Hay peligro de que el mundo quiera pasar página y volver a como las cosas eran antes. Sin embargo, la situación con Ucrania no ha cambiado desde la decisión que tomó el Comité Olímpico Internacional el pasado febrero (cuando comenzó la invasión rusa) de prohibir participar a rusos y bielorrusos de cualquier competición”, manifestó Frazer.
Este posicionamiento por parte del Reino Unido puede tener consecuencias importantes para torneos como Wimbledon, que ya el año pasado prohibió a rusos y bielorrusos jugar, lo que le costó sanciones económicas por parte del a ATP y la WTA (por encima del millón de euros) y deportivas, al no repartir puntos durante el torneo.
En cuanto a los Juegos Olímpicos, el COI se mantiene firma en su decisión de que Rusia y Bielorrusia no participen como naciones, pero está abierta a que sus atletas sí puedan estar bajo bandera neutral.
Esto ha sido criticado por las delegaciones de diferentes países, como Suecia, Dinamarca, Islandia y Finlandia, que pretenden que la prohibición se mantenga.