La eslovena Ursa Bogataj aprovechó la ausencia por covid-19 de la principal favorita, la austriaca Sara Marita Kramer, y se colgó la medalla de oro en el salto de trampolín en los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín.

Un salto para la historia. La eslovena Ursa Bogataj se colgó la medalla de oro del salto de trampolín en los Juegos Olímpicos de Pekín.

Con la ausencia de la gran favorita, la austriaca Sara Marita Kramer -líder de la Copa del Mundo, que dio positivo por covid-19 el pasado domingo, un día después de ganar en Willingen (Alemania)-, Bogataj se alzó con el primer puesto.

El podio lo cerraron la alemana Katharina Althaus, que capturó plata, y de otra eslovena, Nika Kriznar, que fue tercera y se hizo acreedora a la medalla de bronce.

Bogataj saltó 108 y 100 metros y sumó 239 puntos, 2,2 más que Althaus, que después de haber saltado 105 metros y medio en la primera ronda, perdió la opción al triunfo final con un segundo intento de sólo 94 metros con el que se conformó con repetir la plata olímpica que habia ganado hace cuatro años en Corea del Sur.

Kriznar, la otra eslovena, saltó 103 y 99 metros y medio; y con 232 puntos capturó el bronce, mientras que la japonesa Sara Takanashi, que había ganado esa medalla hace cuatro años en PyeongChang, se tuvo que conformar esta vez con el cuarto puesto final.