El jueves, la autoridad sanitaria anunció el endurecimiento de las medidas en la Fase 2 de Transición del Plan Paso a Paso.
“Se va a prohibir el funcionamiento de todo tipo de eventos con público, la prohibición del funcionamiento de los gimnasios y la prohibición del funcionamiento de los casinos”, explicó la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza.
Aquella información generó la molestia de la destacada boxeadora nacional Daniela Asenjo, pues hace poco, el 23 de febrero, la autoridad sanitaria había permitido la apertura de los gimnasios en Fase 2.
Desde Valdivia, la ‘leona’ conversó con BioBioChile y expresó su rabia, pues es dueña de un club de boxeo y no ha podido trabajar desde que inició la pandemia.
“Siento que las medidas no son las correctas. Primero no hay un seguimiento real de los contagios, hay pérdida de la credibilidad de parte de las autoridades. Nosotros, el 17 de marzo, cumplimos un año con el gimnasio cerrado, y acá en Valdivia alcanzamos a estar solo dos semanas con el gimnasio legalmente abierto”, dijo.
¿Cómo han vivido este proceso?
Intentamos con las clases online, pero no da muchos resultados, no hay continuidad y la gente no se motiva a través de las pantallas. Tuvimos que cambiar de rubro con mi pareja, dueño del gimnasio igual, con venta de sandwich y otro tipo de cosas entre los amigos. Solamente con clases personalizadas, antes teníamos 25 alumnos por clase, ahora tenemos grupos familiares de tres personas y eso es más desgaste para nosotros, porque tenemos que hacer más clases durante el día para poder pagar los arriendos.
Alcanzaron a abrir dos semanas, ¿Se prepararon para aquello? ¿Invirtieron más dinero?
Es una falta de respeto para los trabajadores independientes que queremos hacer bien las cosas. Invertimos en equipo de sanitización, todo lo que nos pidieron para tener un correcto funcionamiento, y es una inversión que se va al tacho de la basura, porque las autoridades dicen dos semanas después que no se puede abrir.
A mí como ciudadana, más allá como deportista, me influye directamente, y es lo que le pasa a mucha gente, no solo en el rubro de los gimnasios. Somos de los más afectado, pero el rubro gastronómico, el turismo, se han visto muy afectados.
¿Cómo fue la recepción de la gente en esas dos semanas que abrieron?
Buenísima. De hecho tuvimos que decirle a mucha gente que no podíamos recibir a nadie más para respetar el aforo, porque hay una necesidad real, tanto salud mental y física. Ahora apelamos, sinceramente, a seguir trabajando de alguna forma. No podemos cerrar. Ya es insostenible tener un año cerrado, es imposible.
En el comercio algunas personas han abierto sus locales en contra de las medidas sanitarias, en un acto de necesidad ya que no reciben ayuda del estado. ¿Has pensado en eso?
La verdad, si. Apelo un poco a la desobediencia civil, porque estamos en manos de gobernantes que no están gobernando para la gente. Así como la pandemia puede causar la muerte, el hambre, la salud mental y falta de recursos también. No es uno o dos meses, es insostenible aguantar por un año.
¿Han recibido alguna ayuda de parte del estado?
Absolutamente nada. Como persona natural boleteo en impuestos internos, tuve la opción de un crédito, que fue en el mes de junio, de $130.000, absolutamente nada. No califico para los ingresos de emergencia, para el bono Covid. Por parte del municipio de Valdivia ni Gobierno regional, nada. La autoridad sanitaria no nos deja ni siquiera realizar eventos.
Vemos que el fútbol, el básquetbol sigue funcionando. Me genera rabia y molestia porque no se mide con la misma vara en todos los deportes.
¿Qué tienen pensado hacer ahora?
Sinceramente, voy a seguir trabajando, haciendo clases. Ya sé que esto me puede costar caro porque las fiscalizaciones seguirán estando, pero apelo a la cordura de los fiscalizadores y a quienes los acompañan. Tienen que tener un poco de criterio también.