El legendario Mike Tyson regresó al boxeo a los 54 años con un intenso combate de exhibición ante el también ex campeón de pesos pesados Roy Jones Jr., de 51, que terminó sin ganador.
Quince años después de su retirada, Tyson se subió de nuevo a un ring en el Staples Center de Los Ángeles, sin público presente por la pandemia de coronavirus, en una producción televisiva que combinó la curiosidad y la nostalgia.
Ambos boxeadores, especialmente Tyson, dejaron destellos de sus antiguas poderosas pegadas en un combate con fines benéficos del que salieron sin aparentes daños importantes.
“Esto es mejor que luchar por los campeonatos”, aseguró Tyson. “Ahora somos humanitarios. Podemos hacer algo bueno por el mundo. Tenemos que hacer esto de nuevo”.
Tyson, uno de los más temidos y polémicos boxeadores de la historia, salió desde la primera campana a la ofensiva ante Jones Jr. que durante los primeros asaltos no pudo más que intentar contener la furia de “Iron Mike”.
Dada la elevada edad de los púgiles, la Comisión Atlética del Estado de California había impuesto una serie de limitaciones en este combate, como la reducción a ocho asaltos de dos minutos de duración y el uso de unos guantes más ligeros (12 onzas) que reducían el impacto de los golpes.
Hacia la mitad de la pelea, Jones Jr. ya daba muestras de cansancio mientras Tyson parecía que podía seguir peleando unos cuantos turnos más.
A pesar de que Tyson pudo ganar la pelea por puntos, un panel de jueces del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) decretó, como estaba previsto de antemano, un empate que dejaba sin ganador esta pelea de carácter no oficial.
“Creo que gané pero estoy de acuerdo con el empate porque entretuve a la gente”, dijo Tyson.
En cambio Jones Jr., quien se abrazó constantemente a Tyson para ir parando la pelea, mostró su decepción con el resultado.
“Nunca estoy contento con un empate. Yo no empato”, afirmó Jones Jr., admitiendo que su rival lo castigó especialmente con golpes en el cuerpo.
Tyson golpea, Jones resiste
Tyson, que concluyó su carrera profesional con un balance de 50 victorias y 6 derrotas con 44 nocauts, perdió unos 45 kilos para prepararse para el reto ante Jones Jr. (66-9), quien fue campeón mundial en cuatro categorías.
A pesar de que Jones Jr. tenía menos tiempo de inactividad, ya que peleó por última vez en 2018, fue Tyson quien comenzó con mucha mayor agresividad, conectando un duro golpe de izquierda en la cabeza de su rival en el segundo asalto.
Tyson volvió a aterrizar un derechazo en la cabeza de Jones Jr. en el quinto asalto y un golpe de izquierda en el sexto. En varias ocasiones Tyson fue frenado antes de que pudiera encadenar una de sus recordadas combinaciones fulminantes de golpes.
En el octavo y último asalto, Tyson conectó un par de ganchos de izquierda contra el cuerpo de Jones Jr. que, avistando ya el final, sacó fuerzas y terminó la pelea con un intercambio de golpes.
“Estuve muy feliz de llegar a los ocho asaltos”, dijo Tyson. “Tenía miedo de resultar herido. ¿Por qué nadie se preocupa por mi trasero? No he hecho esto en 15 años”.
Tyson dominó la división de pesos pesados a finales de la década de 1980 pero su carrera comenzó a truncarse a inicios de los noventa después de una sorprendente derrota ante Buster Douglas, una condena por violación y dos combates perdidos ante Evander Holyfield, que incluyeron su controvertido mordisco en la oreja a su rival.
En los últimos meses Tyson ha trabajado su cuerpo a conciencia, determinado a reencauzar una vida que ha pasado por todo tipo de altibajos, desde alcanzar la gloria deportiva a transitar por la cárcel, la adicción a drogas y la ruina económica.