Ya es oficial. Los Juegos Olímpicos de Tokio, previstos inicialmente en 2020 (24 julio-9 agosto) fueron aplazados “como más tarde al verano de 2021” debido a la pandemia del nuevo coronavirus, anunció el martes el Comité Olímpico Internacional (COI).
Es un aplazamiento sin precedentes para este evento, cuya primera edición en la era moderna tuvo lugar en 1896. Hasta ahora únicamente las guerras mundiales habían impedido su celebración.
“En las circunstancias actuales y en base a las informaciones suministradas hoy (martes) por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el presidente del COI y el primer ministro de Japón han concluido que los Juegos Olímpicos de Tokio deben ser reprogramados después de 2020 y tener lugar como más tarde en el verano (boreal) de 2021, con el objetivo de salvaguardar la salud de los deportistas y de todos los implicados en los Juegos Olímpicos, así como de la comunidad internacional”, anunció el COI en un comunicado.
Poco antes, en Tokio, al término de una conferencia teléfonica con el presidente del COI, Thomas Bach, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, había anunciado que había “propuesto aplazar (los Juegos Olímpicos) alrededor de un año” y que el dirigente olímpico dio su acuerdo “al 100%”.
Esta decisión del COI y de los organizadores parecía inevitable en los últimos días ante la propagación del Covid-19 y la oleada de peticiones de aplazamiento por parte de deportistas y federaciones de peso.
El COI mantuvo hasta hace apenas unos días una posición inflexible de mantener los planes previstos (24 julio-9 agosto para los Juegos Olímpicos, 25 agosto-6 septiembre para los Juegos Paralímpicos), pero en los últimos días la presión se había acentuado y el domingo llegó a admitir que contemplaba varios escenarios, entre ellos el del aplazamiento, y se dio un plazo de cuatro semanas para tomar una decisión.
Shinzo Abe había admitido el lunes en el Parlamento japonés que un aplazamiento de los Juegos “podría ser inevitable”.
Los Juegos Olímpicos sufren así un aplazamiento, como el pasado martes vivieron otros dos eventos de gran relevancia, la Eurocopa y la Copa América de fútbol, que también fueron desplazados de 2020 a 2021, igualmente por la crisis sanitaria internacional que obliga al confinamiento de millones de personas y tiene el deporte suspendido.
Para Shinzo Abe, la disputa más adelante de los Juegos de Tokio será “un testimonio de la derrota del virus”.
La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, declaró este martes a los periodistas que el nombre del evento seguirá siendo “Tokio-2020” pese a que tengan lugar en 2021.
“No hay cancelación, está claro. Y una meta, el verano (boreal) de 2021, se ha concretado. Eso es también una guía concreta para los deportistas. Creo que es algo muy importante”, destacó Koike.
El presidente de los organizadores locales de los Juegos, Yoshiro Mori, explicó poco después del anuncio del aplazamiento que el relevo de la llama olímpica por Japón, que debía comenzar el jueves en Fukushima, queda igualmente pospuesto.
Presión demasiado fuerte
La sucesión de acontecimientos en los últimos días, que desembocaron en este aplazamiento del martes, ha venido en gran medida impulsada por las fuertes presiones recibidas en el COI para que tomara una decisión lo antes posible.
La poderosa Federación Internacional de Atletismo (World Athletics), que gestiona el deporte olímpico número uno, se alineó el lunes con la idea de un aplazamiento de los Juegos.
“Aunque todos sabemos que diferentes partes del mundo están en diferentes etapas del virus, la opinión unánime en todas nuestras áreas es que celebrar unos Juegos Olímpicos en julio de este año no es factible ni deseable”, escribió el presidente de World Athletics, Sebastian Coe, en una carta dirigida al COI, que había sido escrita antes de la reunión celebrada por el organismo olímpico el domingo.
La idea de celebrar los Juegos en las fechas previstas había generado una enorme resistencia.
El lunes se unió a esta petición el Comité Olímpico suizo, una declaración simbólica puesto que tanto el COI como muchas de las federaciones internacionales tienen sus sedes en Suiza.
El mítico exatleta estadounidense Carl Lewis había sugerido incluso el domingo que se reprogramaran en 2022, una solución que estimaba “más práctica”.
La hipótesis de un aplazamiento es mayoritaria entre los deportistas estadounidenses, según una consulta el domingo.
La delegación estadounidense es tradicionalmente la más importante en los Juegos Olímpicos y su Comité Olímpico, siguiendo a sus influyentes Federaciones de atletismo y natación, se había sumado a las peticiones de aplazamiento.
Canadá incluso había anunciado que no enviaría deportistas a Tokio-2020 si se mantenían las fechas previstas.