La policía italiana llevó a cabo una operación motivada por sospechas de dopaje este sábado por la mañana en el hotel donde se hospedan los biatletas rusos durante los Mundiales de biatlón en Anterselva (norte de Italia).

A dos días del final de los Mundiales-2020, la policía registró el tranquilo hotel Bagni di Salomone de Anterselva, donde se hospeda el equipo ruso de biatlón.

“La fiscalía de Bolzano pidió esta operación. El presunto delito responde al artículo 586 bis del código penal (utilización o administración de productos dopantes). Esto afecta a dos personas, ambas de nacionalidad rusa, un deportista y su entrenador”, explicó un portavoz de la policía italiana a Agence France Presse, sin ofrecer más detalles.

El presidente de la Federación Rusa de Biatlón, Vladimir Drachev, informó posteriormente a la agencia de prensa rusa Interfax que el deportista afectado era Alexander Loginov, quien ganó la prueba de esprint de los Mundiales el pasado 15 de febrero.

Loginov, de 28 años, no es un desconocido para las autoridades antidopaje: entre 2014 y 2016 cumplió una suspensión de dos años por dopaje con EPO y su triunfo en Anterselva, donde también se llevó el bronce en persecución, ya generó malestar entre los biatletas.

No es la primera vez que la policía tiene que actuar durante unos Mundiales de biatlón o de esquí nórdico.

Ya pasó en 2017

En 2019, en Seefeld (Austria), durante los Mundiales de esquí nórdico, la policía detuvo a cinco deportistas.

Dos años antes fue el equipo de Kazajistán de biatlón el que recibió una visita de la policía austriaca, quien durante los Mundiales de Hochfilzen incautó unos medicamentos.

Rusia, por su parte, se encuentra desde noviembre de 2015 en el centro de un ruidoso escándalo de dopaje institucional que le valió quedarse fuera de los Juegos Olímpicos-2018 de invierno de Pyeongchang, una exclusión que podría repetirse este verano boreal en Tokio-2020.

“La policía llegó a nuestro hotel a las 05H50 (…) y la operación está relacionada con el hecho de que el entrenador jefe del equipo de Rusia, (Alexander) Kasperovich, utilizó la acreditación de otra persona”, explicó Vladimir Drachev.

“La policía registró sus cosas durante una hora y media y se llevó algunas”, añadió el presidente del biatlón ruso, quien después tuvo que acudir a la comisaría junto a Kasperovich.

“Extrema preocupación”

De su lado, Loginov contó a la cadena de televisión Match TV que la policía entró en la habitación que compartía con su compañero Evgeni Garanichev.

“Los policías se interesaron solo en mis cosas”, indicó, precisando que había podido permanecer en el hotel. Su participación en lo que queda de Mundiales podría estar en duda, según el entrenador del equipo masculino, Sergei Belozerov, citado por la agencia TASS.

El ministro ruso de Deportes, Oleg Matytsin, dijo en un comunicado que “había sido informado de esta operación” y que había pedido a la federación facilitarle informaciones “de manera urgente”.

“El Ministerio de Deportes continuará trabajando activamente para defender los derechos de los deportistas limpios y a la vez apoyando las medidas más estrictas en los casos probados de infracciones a la reglamentación antidopaje”, dice el comunicado.

El Comité Olímpico Ruso hizo pública “su extrema preocupación”.

La Federación Internacional de Biatlón (IBU) declaró por su parte “estar al tanto de la operación de la policía italiana”. “Aportaremos nuestra plena asistencia a las autoridades italianas y tomaremos todas las medidas necesarias para proteger la integridad de nuestro deporte”, aseguró.