Caterina Ivanova es una entrenadora búlgara que al mando de la selección chilena femenina de gimnasia rítmica, categoría junior, consiguió un histórico logro para nuestro país: dos medallas de oro en los Panamericanos Junior de la disciplina en Colombia, 2018.
Un resultado importantísimo para la gimnasia en Chile, pero que esconde oscuros pasajes y una demanda contra Caterina por acusaciones de maltrato hacia varias de sus dirigidas.
La historia se remonta a octubre del año 2018 en Puerto Montt, cuando la Superintendencia de Educación (Supereduc) de la Región de Los Lagos informaba que se iniciaba una investigación en contra de la entrenadora búlgara por un caso de presunto maltrato contra una estudiante. La denuncia había sido derivada desde el Servicio Nacional de Menores (Sename).
Caterina había llegado a Puerto Montt gracias al contacto de una profesora del Instituto Alemán. La docente le captaba gimnastas e Ivanova las entrenaba en el club Talentos del Sur de la profesora.
“Nosotras tuvimos una conversación con la entrenadora, porque habían quejas de otros padres. Ella tiene un grupo de niñas que venía fuera de Puerto Montt, y los papás que eran de acá alojábamos a estas niñas en nuestras casas. Uno de esos apoderados escribió una carta al club quejándose que una de las niñas no comía, porque decía que estaba gorda”, relató Marcela Guiñez, apoderada del Instituto Alemán y madre de Valentina Lara, campeona nacional que fue a dos sudamericanos con Ivanova.
“Cuando conversamos ella se molestó y dijo ‘denúncienme’. Al día siguiente de la reunión en el Arena Puerto Montt tomó a las cinco niñas del conjunto del Instituto Alemán y las denostó, les dijo que eran lo peor, que no servían para nada. Eso gatilló que las niñas no quisieran entrenar más”, declaró.
Posterior a esa reunión se inició una investigación en contra de Caterina Ivanova, la cual se ingresó el 5 de octubre de 2018. Además, al conocerse más casos, se hizo una denuncia en la Fiscalía de Puerto Montt, y también una querella grupal para acelerar los trámites.
Debido a esto, la Fiscalía solicitó a la Federación de Gimnasia de Chile un sumario administrativo para aportar datos a la investigación.
“Mi hija en su momento quiso atentar contra su vida”
La madre de una de las campeonas panamericanas, que no quiso dar su nombre ni el de su hija debido a que la menor se encuentra bajo tratamiento psicológico, reveló el calvario por el que debió pasar la joven gimnasta cuando tenía tan solo 14 años.
“Ella fue una de las más afectadas, llevaba cuatro años con Caterina. De un tiempo a esta parte, se acentuó el maltrato. Se pasó de la raya. Mi hija era una de las mejores y le exigían más”, reveló.
“Mi hija empezó a subir de peso y su cuerpo creció como una adolescente, por eso Caterina empezó a tener agresiones psicológicas y físicas contra ella. Cachetadas, rasguños, golpes de puño, latigazos con cuerdas en las piernas, con los clavos de los palos le rompió los nudillos”, confesó.
“La encerró, la dejó un día sin comer, la extorsionaba, diciéndole que lo que pasaba en los entrenamientos quedaba ahí, porque era como un matrimonio, las cosas buenas se mostraban, mientras que las malas quedaban bajo el tapete”, agregó.
Además, la madre reveló una dura situación que vivió su hija: quiso atentar contra su vida debido a esta situación.
“Mi hija en su momento quiso atentar contra su vida. La Fiscalía cuando le tomó el testimonio la derivó a un psicólogo y la Fiscalía nos mandó a buscar porque el psicólogo dio un certificado el cual decía que tenía que ser tratada de manera inmediata”, relató.
De hecho, BioBioChile tuvo acceso a un certificado de la Unidad de Atención a Víctimas y Testigos de la Fiscalía local de Osorno, donde el psicólogo corroboró que la menor sufrió maltratos.
“Durante esta intervención quien suscribe pudo apreciar la existencia de una sintomatología angustiosa depresiva aguda, clínicamente significativa, producto de la vivencia sistemática de situaciones de malos tratos físicos y psicológicos experimentados durante el último tiempo que asistió a entrenamiento de gimnasia rítmica”, señala el documento.
Situación similar es la que vive Marcela Guiñez, mamá de Valentina Lara. Ella señaló que su hija es una de las afectadas por Ivanova.
“Mi hija vio como a otras niñas les daba pellizcos o les tiraba el pelo. A raíz de este maltrato el conjunto junior del Instituto Alemán se retiró, porque fue terrible”, comentó.
“Cuando no les salía algo, tenían que repetirlo, pero a mi hija le decía descerebrada, obesa, cuando ella tenía tan solo 12 años. Cuando mi hija volvió de Portugal (una gira con Caterina) estaba súper flaca, y me dijo que nunca más iba a entrenar”, confesó.
“Les prohibía ingerir agua y entrenaban 8 horas seguidas. Ninguna de mis hijas quiere volver a la gimnasia. Nunca más quieren pisar un tapete”, sentenció.
La madre de otra campeona panamericana entregó un testimonio idéntico al de las otras dos gimnastas.
“Mi hija era integrante de la selección, a nuestras hijas las trataban mal. Les decía muchas cosas, que todas les iban a ganar, que eran las más malas, que ojalá pierdan”, lanzó.
El viaje a Bulgaria
Tras la conquista del oro en el Panamericano de Colombia, en mayo, Caterina Ivanova fue con su grupo de gimnastas a una gira a Bulgaria.
Allí, y según el testimonio de dos mamás que enviaron a sus hijas, la entrenadora volvió a repetir los maltratos. Esta vez a miles de kilómetros de sus padres.
“En Bulgaria, Caterina lanzó a mi hija contra un muro de escalador. Ella se golpeó en la cabeza y los escaladores que estaban ahí la ayudaron”, partió diciendo una de ellas.
“Esa mujer les da a las niñas donde más les duele. En Sofía (capital de Bulgaria) echó a mi hija del hotel a las 00:30 de la noche, porque ella bajó a la recepción a sacar un dulce. La echó con maletas y luego la perdonó y subió. Caterina se puso a llorar delante de mi hija para que la perdonara. Esa mujer tiene un problema”, reveló.
“Mi hija comía 3 almendras de desayuno, de almuerzo un pepino hervido, y eso era hasta el otro día, y si ellas no rendían como quería, les daba dos opciones: o tenían 15 minutos de teléfono o almorzaban”, señaló.
“Después del Panamericano fueron a Bulgaria en Agosto y se portó horrible con ellas. Les quitaba el teléfono, les decía: “o comes, o hablas por teléfono”, y las niñas preferían comer, lo poco y nada que comían, porque les exigía un peso mínimo”, relató otra mamá.
“A la Federación no le importó nada”
La madre de una de las campeonas panamericanas señaló que a la Federación de Gimnasia no le importaron los casos de maltrato que ellas estaban dando a conocer, y mientras no existiera una sentencia, no podían hacer nada.
“A la Federación no le importó nada, cada vez que se iban retirando las niñas se envió una carta del por qué, con los documentos adjuntos. Ellos, mientras no exista una culpabilidad de la Fiscalía, no harán nada. Dicen que Caterina no trabaja para ellos, porque tiene visa turista. Ella tiene amistades en la Federación, la siguen llamando y la respaldan. Cuando la Fiscalía le pidió un sumario interno a la Federación, ellos informaron que Caterina no cumple funciones de trabajadora para ellos, pero visiblemente está en todos los campeonatos”, sentenció.
“Mi hija se retiró del conjunto de Caterina pero sigue siendo seleccionada nacional, hasta que vuelva a hacerse un nuevo clasificatorio para seleccionar nuevamente a las chicas que van a representar a Chile”, agregó.
El 18 de mayo las niñas tienen un control elite para clasificar a los Sudamericanos, y la mamá de la campeona panamericana aseguró que Caterina estará allí.
“Como voy a mandar a mi hija, que se ha sacado la cresta entrenando. Lo más probable es que la Federación baje a mi hija y no a Caterina”, confesó.
Marcela Guiñez, mamá de Valentina, cree lo mismo. Mientras no exista una sentencia, la Federación no tomará una decisión respecto al futuro de Caterina Ivanova.
“La Federación no va a hacer mucho, porque son solo denuncias. Pero lo último que dijo el señor Tomás González a la televisión era que habían mamás despechadas. Primero hay que investigar antes de hablar tan livianamente”, dijo.
“Se le van conjuntos enteros, el de mi hija, el junior, con ellas ganó todo lo que se propuso y después lo pierde. Con el junior élite, de las niñas de Santiago, no queda ninguna de las originales”, añadió.
Una de las mamás que lidera la demanda en contra de Caterina Ivanova señaló que lo que pueden lograr como padres es que la justicia obligue a la búlgara a pedir disculpas públicas, y que se someta a un tratamiento de control de impulso, además de que no vuelva a acercarse a sus hijas.
“Las niñas la querían, la admiraran, pero con sus humillaciones hizo que les terminara teniendo miedo, la odiaban”, cerró.
“Estamos a la espera de la resolución”: la escueta y formal respuesta de la Federación de Gimnasia
BioBioChile intentó comunicarse en varias oportunidades con el presidente de la Federación Nacional Gimnasia Chilena, Tomás González, pero no obtuvimos respuesta.
Sin embargo, la Fenagichi sí decidió contestar a través de un correo electrónico, señalando que los casos fueron derivados al Comité Olímpico y están a la espera de la resolución.
“En el caso de las denuncias formales que han llegado a Federación respecto de la Gimnasia Rítmica, fueron derivadas a la oficina del respeto y maltrato deportivo del Comité Olímpico, ellos están recabando toda la información del caso y estamos a la espera de la resolución”, fue la escueta y formal respuesta.
(Artículo 04 del Código Procesal Penal)