“Me tocó la pierna y comenzó a subir la mano”, “sólo quería tener más contacto conmigo” y “cada vez que viajábamos, ya sea a un torneo nacional o internacional, él decía que debíamos quedarnos en la misma pieza”. Esas son algunas de las situaciones a las que fue vinculado Pedro Catalán, docente de la Universidad del Bío Bío en Chillán que fue denunciado por abuso sexual por parte de una joven.
La trama del escándalo que remece al atletismo nacional y a la UBB, sin embargo, no termina ahí: un sumario en la casa de estudios del que nada se sabe, un acusado que se defiende y la Fiscalía que confirma que éste está siendo investigado. A continuación la historia y declaraciones de sus protagonistas.
Con tan solo 12 años Pascal (como pidió que la llamaran para resguardar su identidad), tenía más que claro cuál sería su objetivo en esta vida: entrenar para ser una atleta profesional y, de paso, ayudar a su familia.
El atletismo es su pasión desde que tiene memoria, y mostró dotes en la disciplina desde que era muy pequeña. Entonces, se esforzó para tener oportunidades y demostrar sus habilidades.
Corrió y representó los colores de algunos clubes en Santiago, ciudad de la que es oriunda, pero no fue ahí, si no en Chillán donde escribió el capítulo más dulce y a su vez el más agraz de su dura historia.
“Nada me hacía pensar que algo malo vendría”
En 2014 la familia de Pascal debió armar sus maletas y trasladarse hasta la histórica localidad de Chillán, en la recién conformada región de Ñuble, por cuestiones laborales de su padre.
Su estadía en esa comuna debía ser de ensueño, pero un hecho en particular terminó por quebrantar ‘el castillo de naipes’ que toda su familia había construido. Esto último puesto que Pascal, quien es la protagonista de esta historia e hija mayor del grupo, vivió un verdadero infierno en lo que paradójicamente es su gran y única pasión: el atletismo.
Una simple corrida organizada por el club de Atletismo de la Universidad del Bio-Bío (UBB) en 2015, fue el inicio del calvario que hoy la tiene rompiendo el silencio y contando su verdad.
Ese día conoció a Pedro Catalán Orrego, instructor de atletismo y actual docente de la UBB, quien pasó de ser el ‘salvador’ -que le ayudaría a triunfar en el mundo deportivo- a la persona que más odia en la actualidad.
“Yo gané esa competencia, y luego de eso se me acercó el profesor Pedro Catalán para invitarme a participar en el Club Atletismo de la Universidad del Bío-Bío”, parte recordando la atleta en conversación con BioBioChile.
Luego de una semana “fuimos con mis papás a la universidad para hablar con él. Allí nos dijo que yo podía entrar a la casa de estudios con alguna beca deportiva, además de explicarnos cómo funcionaba el tema de las competencias”. En ese entonces, Pascal cursaba la enseñanza media.
Así, fácil y sencillo, se gestó la relación deportiva entre ella y Catalán, la que con el pasar de los meses, y luego de arduos y duros entrenamientos, terminó creando un vínculo de confianza y protección. O al menos eso era lo que se creía.
“La verdad es que nada me hacía pensar que algo malo vendría, ya que en un principio nuestra relación era de atleta a profesor, muy normal”, indica la deportista.
“Eso sí, a mí me llamaba mucho la atención de que él siempre se acercara más a mí. En ese tiempo eramos cuatro mujeres en el club, pero sólo quería tener más contacto conmigo”, enfatiza.
La particular ‘cercanía’ de la que habla Pascal fue el hecho que encendió su ‘alarma interna’, ya que el pasar de los meses comenzó a notar que su guía deportivo tenía “conductas raras” con ella, las que en más de una ocasión fueron presenciadas por los demás integrantes del club.
“En el segundo año comencé a notar más la cercanía. En ese entonces se fueron las chicas del club y quedé yo como única mujer. Esto hizo que este tipo centrara toda su atención en mí y que comenzara a tener actitudes cada vez más raras”, apunta.
Infierno en San Fernando
En los años siguientes la actitud del instructor no revistió de mayores cambios. O al menos no para bien, ya que sus conductas, las que escondía bajo el eslogan de ‘bromas’, comenzaron a tomar un cariz que paralizaron a la deportista.
“Cada vez que viajábamos, ya sea a un torneo nacional o internacional, él decía que debíamos quedarnos en la misma pieza. En camas separadas, pero en la misma habitación”, agrega.
Sobre lo mismo, la deportista explica que “el profesor decía que esa era la relación que todo atleta debía tener con su entrenador. Que era algo normal en el mundo del deporte”.
Dicha costumbre hizo que otra de las atletas, que por ese entonces integraban el club de la UBB, decidiera dar un paso al costado.
Esta última era Martina, (como pidió que la llamaran), quien decidió abandonar el círculo deportivo luego de que le comentara a sus padres todo lo que había visto y oído durante su estadía en este mismo.
“Llegué a la rama por una invitación que me hizo don Pedro en medio de una corrida de la UBB. Allí conocí a Pascal, con quien comencé a estrechar relación porque corríamos las mismas distancias en pistas, y ella siempre me contó todo”, detalla Martina en conversación con BioBioChile.
Martina reveló que la gota que rebalsó el vaso fue que Pascal le haya contado que “el profesor había tratado de darle un beso. Yo supe eso y al tiro dije que me iba de la rama. Eso sí, antes de esto encaré al profesor y lo grabé”.
Lo peor, según Pascal, vendría en 2016. Un día antes de que disputara una de las pruebas del Campeonato Nacional de Cross Country de San Fernando, Catalán mostró su peor faceta.
Ella recuerda que todo “ocurrió en la noche, luego de que yo saliera de la ducha. Yo me senté en mi cama y él se sentó al lado mío. Allí me comenzó a tocar la pierna, luego metió sus manos por debajo de mi calzón y me tapó la boca. Mientras hacía eso me decía: ‘Tranquila, esta es la cercanía que nosotros debemos tener’
“Yo quedé paralizada, no sabía qué hacer. Después de un rato reaccioné y le dije: Profe ¿qué onda?, esto nada que ver, yo no quiero nada con usted. A lo que él repitió: ‘Esta es la cercanía que ambos debemos tener"”.
Pascal comenta que se guardó por cerca de dos años lo que ocurrió aquella noche, ya que tenía miedo de que el instructor tomara acciones en su contra, la echara del club atlético y se quedara sin poder cumplir con su sueño de vida.
“(Con mi familia) decidimos hacer la denuncia en la Fiscalía de Chillán, pero él siempre se justificó diciendo que yo estaba malinterpretando las cosas”.
En manos de la justicia chilena
En la actualidad el caso está siendo investigado por la Fiscalía de San Fernando. La denuncia se realizó el 11 de septiembre de 2017, pero -según aseguró Pascal- hasta la fecha no ha tenido mayores avances.
“Una vez me llamaron para declarar y yo dije todo. Luego me llegaban las notificaciones de la causa a mi correo, pero desde el año pasado que no se mueve. Ellos quedaron en que me notificarían cuando se cerrara la causa y en eso estamos, esperando por los resultados”.
Aparentemente lo mismo ocurre con el sumario que abrió la casa de estudios en la que trabaja el docente apuntado, la que aún cuando se mostró dispuesta a ayudar para esclarecer los hechos, hasta la fecha no ha entregado resultados de su investigación.
Dicho material fue solicitado por BioBioChile a la reconocida universidad penquista con sede en Chillán, pero hasta antes de que se lanzara este reportaje no se logró obtener una respuesta oportuna, ni mucho menos una copia de dicho material.
En efecto, los padres de Pascal afirman que han intentado obtener estos documentos sobre el proceso que estaba llevando a cabo la universidad con el profesor desde el 11 de junio de 2018, pero tampoco han tenido respuestas, pese a que han insistido posteriormente.
Otro caso similar
En diálogo con este medio, la Fiscalía Regional del Ñuble ratificó la causa contra Catalán.
“Existe una investigación en contra de la persona por la que ustedes consultan por una denuncia que realizó la víctima en la región de O’Higgins. Dicha investigación la tiene la Fiscalía de San Fernando”, sentenciaron.
Pero eso no fue todo. Desde la misma entidad señalaron que Catalán enfrenta otra investigación “por otro hecho de igual naturaleza, en contra de una víctima distinta a la anterior”.
Eso sí, sobre este último caso, Fiscalía sostuvo que “por estar en etapa de investigación desformalizada no podemos referirnos”.
La defensa de Catalán: “Voy a declarar en las instancias judiciales”
Pedro Catalán Orrego es el apuntado por este caso. Actualmente es docente de la carrera de Educación Física de la Universidad del Bío Bío, en su sede de Chillán.
El profesor niega absolutamente lo “publicado por los medios de prensa”. Asegura que hará sus descargos en las instancias que le corresponda.
“Voy a declarar en mis instancias judiciales si es que las hay. Porque quiero dejar claro que no me ha llegado ninguna denuncia o citación judicial, independientemente si es que está en curso (algún proceso). Menos como han dicho algunos medios de prensa una orden de alejamiento ni nada”, comienza defendiéndose el acusado en conversación con BioBioChile.
Respecto a la situación de la que es acusado y por la cual ya hay un proceso judicial en su contra, el profesor es tajante con su versión.
“Claramente lo niego y ese es el tema que se va a tratar con medios de prueba cuando corresponda. Todo a su momento, estoy esperando la citación judicial”, afirmó el profesor.
Nada se sabe del sumario
Fuentes de BBCL aseguran que hace casi dos años la Universidad del Bío Bío se comprometió a realizar un sumario por los hechos antes descritos. Asimismo, señalan que desde que se prometió dicha investigación interna -y mientras dure el proceso- el acusado no sólo nunca fue apartado de sus funciones, sino que incluso fue promovido hasta llegar a convertirse en jefe subrogante de la carrera de Educación Física.
Eso sí, según señalan cercanos a la casa de estudios, la universidad resolvió que Catalán nunca volviera a entrenar mujeres. Sin embargo, la UBB contrató a su cónyuge, Ismenia Guzmán, para que se hiciera cargo de la damas. Testigos señalan que el acusado nunca dejó de entrenar a mujeres y que su esposa sólo era una fachada, con la venia del decano, Pedro Pablo Campos, amigo de Catalán.
Frente a todos estas acusaciones, se intentó contactar a la Universidad del Bío Bío, desde donde sólo se limitaron a enviar una respuesta a través de un comunicado de prensa que poco aclara la situación actual al interior del plantel.
Declaración Pública UBB-2019 by BioBioChile on Scribd
Ministra Kantor: “Queremos erradicar estas situaciones de fondo”
La historia llegó hasta las oficinas del Ministerio del Deporte. Fue la propia secretaria de Estado, Pauline Kantor, quien se refirió al caso a través de sus Redes Sociales.
“Queremos erradicar estas situaciones de fondo. Nuestro proyecto de ley impulsado por Sebastian Keitel ya aprobado en Cámara de Diputados exige a federaciones firmar protocolo de buenas prácticas, que ya estamos trabajando con deportistas, para recibir fondos públicos”, explicó.
Además, Kantor expresó que “y si un/a deportista se ve expuesto/a a estas situaciones puede recurrir a nuestra unidad de Coordinación Nacional de Acompañamiento al Deportista (CONAD) para recibir orientación”.
“Es clave facilitar mecanismos de denuncia que protejan a víctimas y aseguren una sanción justa”, publicó la autoridad gubernamental este martes.
BioBioChile intentó comunicarse insistentemente con la Asociación Atlética de Ñuble, pero no recibimos más que evasiones por el tema.
Carta de los padres informando a la Universidad
UBB.denuncia.atletismo Padre (1) by BioBioChile on Scribd
(Artículo 04 del Código Procesal Penal)