El deseo de triunfar es inherente en las personas. Seas hombre o mujer, niño o adulto, es algo con lo que naces, y suele definirte a lo largo de tu vida.
En medio de la lluvia y el gris cielo de Chiloé nació Amanda Cerna, una de las deportistas paralímpicas mas exitosas de la historia de Chile.
Su carrera avanza en forma meteórica, al igual que ella en la pista atlética. Su historia de vida retrata a la perfección lo que es sobreponerse a la adversidad y triunfar pase lo que pase.
Una malformación congénita en el brazo izquierdo no fue impedimento para que Amanda demostrara sus cualidades como deportista. Después de probar en deportes como el fútbol, gimnasia rítmica y handball, esta joven atleta encontró lo que sería su vocación.
Cuando cursaba quinto básico, conoció lo que era el atletismo y sus condiciones fueron evidentes. De ahí en adelante no paro más.
Comenzó en el deporte paralímpico en 2015 y en base a constancia y dedicación ha conseguido resultados históricos. Ese año obtuvo dos sextos lugares en los 100 y 200 metros en los Juegos Parapanamericanos de Toronto 2015, un adelanto de lo que sería su exitosa carrera.
El 2016 sería el año de la consagración. Una destacada participación suya en los Juegos Paralímpicos de Río la pondrían en el mapa del atletismo mundial “participé en los juegos de Río y obtuve el cuarto lugar, fue el mejor resultado de Chile, era la mas pequeña de la carrera y llevarme el mejor logro deportivo de toda la delegación fue bastante motivante para mi”, relata.
Esta instancia la motivó para ser actualmente la mayor promesa de medalla para Tokio 2020. Si en tierras brasileñas logró destacar entrenando bajo el frío y las resbaladiza pista atlética de Castro, las proyecciones para la cita en el país asiático dan para ilusionarse.
Su consagración se dio el 2017. Las medallas de oro y plata alcanzadas en el Mundial de Atletismo Juvenil de Suiza y el primer lugar en el ránking mundial de los 400 metros conseguido tras las preseas obtenidas en el Circuito Caixa y Los Parapanamericanos Juveniles de Sao Paulo, la hicieron acreedora del título de la mejor entre las mejores en paralímpicos.
Este año, los objetivos son claros: Los parapanamericanos de Lima y el Mundial adulto paralímpico de Dubai en noviembre aparecen en el horizonte de la destacada atleta, que sin duda es el gran futuro de la competencia paralímpica del país.
“Mi sueño es ser medallista paralímpica, siempre está en mi mente lograrlo. Me estoy preparando para eso y sé que va a llegar algún día”, relata esta chilota llena de determinación.
Su historia de dedicación es un espejo para miles de mujeres que por diversas razones no se atreven a hacer deporte y seguir el llamado de su corazón. Por lo mismo, indica que “La gente no tiene idea de los sueños que uno tiene, mi llamado es que hagan lo que les motive y lo que sueñan, que nadie les diga lo que deben hacer. No hay que escuchar lo que digan los demás”, sentenció.