El joven prodigio noruego Magnus Carlsen, a menudo presentado como uno de los mejores ajedrecistas de la historia, se alzó el miércoles en Londres con su cuarto título mundial consecutivo, al término de un desempate contra el estadounidense Fabiano Caruana.
El noruego, de 27 años, necesitó tres partidas semirrápidas para ganar el torneo, después de que ambos contrincantes acabase en tablas las 12 partidas regulares jugadas en la capital británica desde el 9 de noviembre.
El noruego dominó a su rival ganando fácilmente los tres primeros enfrentamientos de este tie-break, en que cada jugador jugaba con un tiempo limitado de 25 minutos, por lo que no fue necesario disputar un cuarto.
Esta victoria permite a Magnus Carlsen inscribir un poco más su nombre en los anales del ajedrez, después de sus tres primeros títulos mundiales (2013, 2014, 2016).
Sin embargo, representa una gran decepción para Caruana, de 26 años, que encarnaba la esperanza de los estadounidenses de ganar su primer título mundial desde que el legendario Bobby Fischer derrotase al ruso Boris Spassky en 1972 en la “partida del siglo”, poniendo fin a 24 años de hegemonía soviética en plena Guerra Fría.