Pablo Aránguiz, mediocampista de Universidad de Chile, está actualmente en el centro de la polémica: un guardia de seguridad lo acusó de agresión a las afueras de un centro de eventos.
Y eso no fue todo. La víctima denunció al volante de 25 años de amenazarlo: “Me dijo ‘soy el de la U y a mí no me sale nada matar a un hueón’”.
Además, el guardia contó a Chilevisión que el exUnión Española y Dallas le dijo que “’te voy a pegarte los medios balazos’(sic)”, para luego relatar que “me doy vuelta y siento un golpe en la cabeza con un elemento contundente. Para mí fue una manopla o con la cacha de una pistola. Fue de acero”.
Ante esta situación, la tienda azul decidió dejar fuera al jugador de la citación para el cruce con Unión Española.
Los líos del ‘Principito’ han terminado por escalar a su carrera deportiva. La dirigencia de Azul Azul perdió la paciencia con el jugador, que también está en la palestra por su irregular rendimiento, y ya tomó una fuerte determinación: enviar a préstamo a Aránguiz para la temporada 2023.
“Incluso, se abren a una venta que pueda dejar algún tipo de dividendo, considerando que termina contrato en diciembre de 2023”, indicó La Tercera.
“Es que en la U se cansaron de esperarlo. Porque más allá de los episodios extrafutbolísticos que han marcado su estadía en La Cisterna, en Azul Azul aseguran que su nivel no va de la mano con la fuerte inversión que hicieron para retenerlo. A fines de la temporada 2020, los laicos desembolsaron US$ 700 mil al Dallas, club dueño de su carta, para quedarse con sus servicios”, agregó la publicación.