El primer equipo de Universidad de Chile se reunió este jueves en la sala de prensa del CDA para manifestar su preocupación por la situación de Martín Parra y molestia por la “reprochable decisión” de la Federación al definir la reprogramación del partido ante Universidad Católica.
El clásico universitario jugado en Valparaíso, válido por los cuartos de final vuelta de la Copa Chile, fue suspendido a los 7 minutos luego que el joven arquero azul sufriera un trauma acústico, tras explotarle cerca de su posición unas bengalas lanzadas desde la barra del cuadro cruzado.
En una declaración pública leída por el capitán Felipe Seymour, el cuadro azul condenó lo ocurrido el miércoles en el Estadio Elías Figueroa y lamentó la determinación de la Federación de Fútbol de Chile de reanudar el encuentro, con fecha a definir.
“Como plantel de jugadores y cuerpo técnico de Universidad de Chile, queremos manifestar nuestra más profunda preocupación por lo que ha ocurrido en nuestro fútbol en las últimas horas”, comenzó diciendo Seymour.
“Preocupación en primer lugar por la salud de nuestro compañero Martín Parra, que este miércoles fue criminalmente agredido por la barra de Universidad Católica en pleno desarrollo de un partido. Un acto intolerable que golpea a la persona, a su familia y a todos quienes compartimos día a día con él en el camarín”, agregó.
Por otro lado, el plantel azul apuntó contra la decisión de la FFCh de reanudar el clásico universitario suspendido, más aún al no poder determinarse el reintegro del guardameta a los entrenamientos o la competencia deportiva.
“También estamos molestos y muy preocupados por la decisión tomada en el directorio de la Federación de Fútbol de Chile encabezada por Pablo Milad. Contrario a todo sentido común y a los principios de justicia deportiva, se optó por reprogramar un partido que se interrumpió de la peor manera, poniendo en peligro la integridad física de un deportista en la cancha“, expresó.
“Nos preocupa la manera en que se llegó a la definición. El presidente de la ANFA, Justo Álvarez, reconoció que los tres votos de su asociación fueron para expulsión del equipo anfitrión del partido en Valparaíso. Después de escucharlo, y tras saber que los cuatro votos contrarios provienen de la ANFP, nos preguntamos si los argumentos fueron deportivos o políticos, en periodo de elecciones en Quilín”, agregó.
“¿De qué manera esta decisión beneficia al equipo que sufrió la agresión brutal de uno de sus jugadores? (…) Creemos que esta llave debió darse por cerrada“, sentenció la misiva leída por el capitán.