El ciclo llegó a su fin. Luego de un proceso marcado por el pobre nivel de juego y resultados negativos, Sebastián Beccacece no seguirá siendo el entrenador de Universidad de Chile.
En las últimas horas Beccacece finalmente llegó a un acuerdo con la dirigencia de los azules y puso fin por anticipado a un contrato que lo unía al club hasta mediados de 2018, previo pago de una suma correspondiente a seis meses de sueldo.
Según fuentes consultadas por BioBioDeportes, el trasandino dirigirá el duelo del próximo miércoles ante Deportes Iquique, válido por los octavos de final de Copa Chile.
Junto al trasandino, dejarán sus puestos los preparadores físicos Luis María Bonini y Martín Bressan, los asistentes técnicos Nicolás Díez y Francisco Meneghini y el preparador de arqueros Gustavo Flores.
Había descartado su renuncia
“De parte nuestra vamos a seguir insistiendo, después habrá que ver que piensa la dirigencia” expresó Beccacece tras la final de la Supercopa donde la ‘U’ cayó ante Universidad Católica el pasado jueves, agregando que no pensaba renunciar porque “mi contrato era de dos años y medio, pero acepté que a fin de año tome la decisión en caso de no lograr los objetivos, los que están vinculados a Copa Chile y al torneo local”.
Esa jornada aclaró que en su decisión de seguir no tenía “nada que ver con lo económico, porque en caso de que la ‘U’ decida finalizar el contrato no voy a cobrar un peso más del día trabajado“, aunque dejando establecido que esa determinación correría desde diciembre próximo.
Vale la pena señalar que, junto a los problemas en la cancha, Beccacece enfrentaba la creciente molestia de la hinchada azul. Por ejemplo, en dos oportunidades las murallas del Centro Deportivo Azul habían sido rayadas pidiendo su salida, mientras ayer viernes se produjo un pequeño incidente que involucró a Luis Bonini y un taxista en el Aeropuerto de Santiago. Un contexto que fue complicando cada vez más su continuidad y que terminó desembocando en la partida del cuerpo técnico.