Como una dolorosa inyección de realidad, se vivió la caída de la Selección Chilena que perdió por el marcador de 4-0 contra Colombia. Y como en lo deportivo, el ‘Equipo de Todos’ se vio desorientado y sin la chispa de años anteriores, cualquier hincha se preguntará qué ocurre con el anhelado recambio de jugadores.

Sumado a esto, ante el anuncio de la ANFP de reducir el presupuesto del fútbol formativo, en especial, con la eliminación de las categorías Sub-13 y Sub-15, lo que mermaría la competencia y dejaría, cerca de 2.300 niños sin jugar, 84 entrenadores cesantes y la eliminación de 1.344 partidos del calendario, consignó La Tercera, resulta interesante conocer a fondo cómo se trabaja en las categorías del Fútbol Joven.

El cambio de mentalidad de los jugadores chilenos

Para Carlos Felipe Pedemonte, Jefe Técnico del Fútbol Formativo de Ñublense, y que lleva más de 30 años de experiencia formando jugadores -en Huachipato, Colo-Colo y Universidad de Concepción-, hay un problema relacionado con la mentalidad de los futbolistas chilenos.

En este último punto, toma como ejemplo, el rol que cumplieron José Sulantay y Marcelo Bielsa, como directores técnicos y también como formadores. “La generación dorada se vio beneficiada porque hubo una conducción a nivel de selecciones, que fue gravitante en la estructura mental de esos jugadores”, indica Pedemonte.

También en su papel como docente, Pedemonte, observa que lo esencial para un jugador recién formado, es que sea capaz de tener la suficiente convicción para tener una vida más “ordenada”, con el objetivo de mantener su peso corporal, buenos hábitos de sueño y seguir el ritmo de los entrenamientos.

En ese sentido, el entrenador expresa a la presente redacción, que la responsabilidad recae en los cuerpos técnicos y los jugadores para motivarlos a actuar a conciencia como auténticos profesionales. “Ellos están para servir al fútbol, porque es nuestra profesión y vivimos de esto”.

“El fútbol es intocable”, acota Pedemonte.

Los profundos cambios para fomentar el recambio de jugadores

Para el profesor, lo que debería ocurrir es la creación de una estructura fuerte, con el propósito de tener instalaciones de primer nivel en los clubes chilenos. “Muchas veces no todos los equipos tienen centros de entrenamiento para el fútbol joven”, subraya.

“Cuando llegamos a un club a trabajar, tenemos que poner lo mejor de nosotros de acuerdo a la condición de ese club, para que los jugadores entrenen de la mejor manera”, agrega el entrenador.

Por otra parte, Pedemonte explica que un nuevo modelo de desarrollo formativo debería replicar el modelo alemán, donde se hace hincapié en las categorías inferiores.

En Alemania, los niños, entre los 6 y 11 años, integran los clubes de primera y segunda división. Además, que desde 2001, es obligación que los equipos de la Busdesliga inviertan en academias formativas.“Si la estructura es fuerte, la plata rinde”, sintetiza Pedemonte.

De esta forma, Carlos Pedemonte, explica a BBCL que dotar de una mayor autoridad a la Federación de Fútbol de Chile, el organismo que rige la ANFP (Asociación del Fútbol Profesional) y la ANFA (Asociación Nacional de Fútbol Amateur), es el primer paso para salir del estancamiento a nivel futbolístico.

El modelo de negocio y la falta de visión de los clubes

Carlos Navarro, quien es preparador físico, lleva más de 35 años ligado al fútbol de primera división y formativo. Según cuenta, la falta de consistencia de un plan de desarrollo, es la barrera principal para el avance del Fútbol Joven en el país.

“Hasta hace poco tiempo, en Chile varios clubes tenían planes de desarrollo para la formación, porque tenían la necesidad y también el objetivo de autoabastecer sus planteles con jugadores formados en sus propias divisiones menores, para poderlos transferir al extranjero”, indica el también Director del Diplomado en Ciencias Aplicadas a la Preparación Física de Fútbol en la Universidad Bernardo O’Higgins.

Es más, el profesional reconoce que actualmente las instituciones deportivas, miran “la formación de futbolistas como un gasto, en vez de una inversión. Un representante no le interesa invertir 10 años en formar un jugador, resulta más fácil traer un jugador del extranjero y si no funciona lo mandan de vuelta a la casa”, reflexiona a BBCL.

Incluso los refuerzos extranjeros en los planteles mayores, muchas veces no van citados a los partidos, remarca Navarro.

“Lo cual se traduce en que cada día están debutando menos jugadores chicos, solamente juegan por el reglamento del Sub-21. Esto implica que su proceso formativo tiene que ser muy malo o que el modelo económico del club apunta a que es más fácil traer jugadores al estilo de Pablo Solari”, comenta el preparador físico.

¿Cómo se logra el recambio de jugadores?

“Es imposible tener recambio generacional si no hay formación, van a aparecer jugadores como han aparecido toda la vida, pero de una manera esporádica”, expresa Carlos Navarro.

“Para ver a qué potencial se puede llegar, no hay una receta establecida. En el fútbol el resultado varía y el que es el astro de la Sub-13, a lo mejor en la Sub-18 ya no puede jugar y viceversa, a lo mejor había un jugador que nadie consideraba y que terminó explotando en la medida que su maduración se lo permitió”, complementa.

Para el preparador físico, hasta hace poco tiempo, el Plan GEN Chile, era una iniciativa apropiada, “porque se hizo un trabajo de pesquisar a los chicos que no jugaban en equipos federados y que tenían las condiciones para ser profesionales”. No obstante, la falta de presupuesto y visión a largo plazo, fueron minando el desarrollo del proyecto.

“El gran problema es que estamos mirando a la formación de futbolistas como un gasto innecesario”, finaliza Navarro.