En el triunfo de La Roja por 3-0 ante Paraguay, previo a la Copa América, un Estadio Nacional repleto recibió al plantel y a un Claudio Bravo, que antes de salir lesionado del partido, lució su estatus de capitán dentro y fuera de la cancha.
Aclarando que salió por precaución en el entretiempo, el experimentado guardameta atajó en la primera parte del mencionado compromiso y entre su acciones, intervino para ‘frenar’ a los hinchas nacionales.
En un contexto enardecido por el retorno de La Roja a Nuñoa, el público hizo una fiesta y entonó sus respectivos cánticos, entre ellos, el “poropopó”.
El “Poropopó, poropopó, el que no salta es un paraguayo”, se escuchó fuerte en el recinto y para evitar una posible sanción por entonaciones de caracter xenófobo, Claudio Bravo pidió mesura, respetuosamente como siempre, a las y los espectadores del cotejo que terminó con victoria para los dirigidos de Ricardo Gareca.