El abuelo del joven carrilero, Nayel Mehssatou, Pedro Sepulvedal, relata el vinculo que tiene el jugador de origen belga, con Chile, que lo impulsó a vestir la camiseta de La Roja.

Una historia que contar, sin duda, es el vinculo que el nuevo jugador de la selección nacional de Chile, Nayel Mehsaatou, tiene con el país.

Su abuelo, Pedro Sepúlveda, fue exiliado del país y fue en Bélgica, donde continuó con su vida, y fue el lugar donde generó su familia. Lo que nunca imaginó, es que 55 años después, uno de sus nietos, representaría los colores de su tierra natal.

En dialogó con el medio AS deportes, el pariente del joven lateral que representa al combinado nacional, detalló como fue su reacción, al saber que su nieto belga, jugaría por los colores de su preciado país.

El sociólogo de 80 años, comentó cual fue su respuesta, tras conocer la nominación de uno de los suyos, señalando: “Estoy muy contento por la nominación de Nayel a la Selección”.

“Cuando arribó a Chile, lo fui a ver al hotel. Él había sido el primero en llegar, así que estaba solo. Fuimos a recibirlo y regalonearlo junto a mi hijo Patricio. Almorzamos juntos”, comentó.

La entrevista

En la nota realizada en el medio citado, se le consultó de muchas cosas, que llevaron a que su descendiente, tomara la decisión de defender la bandera del país.

Sepúlveda expresó: “El vino a Chile cuatro veces. La primera fue cuando estaba más chico, así que no creo que se acuerde. Después, cuando ya había crecido, estuvo varios días en mi casa en Colbún”.

“Cuando estuvo a la Sub 17, también vino dos o tres días. A él le gusta mucho la montaña, andar a caballo, correr para todos lados e ir al Lago Colbún. En Bélgica también nos vimos muchas veces”, relata el chileno.

Ya, al ser consultado su nexo con el país europeo, el nacional, residente en Colbún, puntualizo: “Bélgica se portó muy bien conmigo. La Universidad Libre de Bruselas hizo lo imposible para sacarme de las garras de la dictadura y lo logró. Tenía pasajes y oferta de trabajo en aquel país”.

Además, menciona que tuvo que vivir cosas muy desagradables, durante el periodo de la dictadura, que lo llevaron a tomar la opción de viajar hasta el país del viejo continente.

En la conversación dijo: “Desde septiembre del 1973 hasta septiembre de 1974, en Linares. Fue muy duro. La represión fue muy masiva, hubo mucha gente a la que le vulneraron los derechos.

Posteriormente, finalizando la entrevista, el escritor del libro ‘La verdad también tiene su hora’, en donde relata los primeros años de la dictadura y donde combina hecho actuales, como la Convención Constitucional, señaló previo a terminar, que “soy hincha de él y de la Selección”.