El conflicto entre Nike y la ANFP sigue generando repercusiones, luego de la peculiar imagen de Chile en la Copa América vistiendo uniformes con el logo de la marca estadounidense tapado por una bandera nacional.
Y es que el quiebre entre el ente rector del fútbol nacional con la gigante compañía deportiva llegó a un punto de no retorno, con demandas de por medio, que ahora se ven reflejadas en el golpeado bolsillo de Quilín.
De acuerdo a La Tercera, los pagos no enviados por Nike a Chile, sumados a otros golpes de la crisis derivada del covid-19, provocaron una pérdida integral de 1.723 millones de pesos durante 2020.
Pero no ha sido todo lo malo para la ANFP y la Federación de Fútbol Chile en el año pasado. En comparación a 2019, los ingresos ordinarios disminuyeron un 28%; y los los ingresos no operacionales bajaron un 57%.
Todo lo anterior se traduce en que el órgano con sede en Quilín debió solicitar un millonario préstamo a FIFA, además de anticipos por su participación en la Copa América, con el fin de seguir en funcionamiento y cumplir con compromisos acordados con anterioridad.
Los clubes ya están al tanto del alicaído bolsillo de la ANFP y existe preocupación, conscientes de que la industria del fútbol ha sido una de las más golpeadas con la pandemia.
Plan a mediano plazo
Ya sin vuelta atrás en la disputa con Nike, y a la espera de los juicios que deberán llevarse a cabo en Nueva York, el directorio de la ANFP sigue en búsqueda de un nuevo auspiciador deportivo.
De acuerdo al citado medio, el directorio liderado por Pablo Milad pretende lograr un nuevo contrato que deje recursos por 589 millones de pesos este año. Ofrecen un acuerdo de largo plazo, reajustable con el tiempo y que entregue beneficios a ambas partes.
También está entre los planes negociar los derechos televisivos de las Clasificatorias rumbo al Mundial 2026, donde se pretende replicar los 120 millones de dólares acordados con Chilevisión para el proceso a Catar 2022.
Según La Tercera, en el peor de los casos el presupuesto 2021 de la ANFP será un déficit de 1.870 millones de pesos. Por contraparte, con una mirada mucho más optimista, el ente rector podría acabar el año con unos 383 millones de pesos de ganancia.
Clave será el regreso de hinchas a los estadios para los duelos por Clasificatorias donde, por cada partido a puerta cerrada, se pierde 1 millón de dólares por concepto de venta de entradas.