El 03 de septiembre de 1989 marcó un antes y un después en el fútbol chileno. La Roja visitó a Brasil por las clasificatorias al Mundial de Italia 1990 y, los asistentes esa noche al Maracaná de Río de Janeiro, presenciaron uno de los mayores escándalos en la historia del fútbol.
Roberto Rojas, arquero nacional, aprovechó la caída de una bengala desde las tribunas del estadio para fingir un golpe, infringirse un corte con una hoja de afeitar y buscar la suspensión del partido.
Su intención era que el duelo se trasladara a una cancha neutral para intentar dar vuelta el encuentro -que Brasil ganaba 1-0- y así, con algo de fortuna, conseguir los pasajes para Chile al certamen mundialista.
Tristemente para el ‘Cóndor’ y el fútbol nacional, su treta fue descubierta y terminó sancionado de por vida, aunque recibió una amnistía de parte de la FIFA en 2001, cuando ya tenía 43 años.
Tras dar una entrevista en 1990, Rojas confesó haber escondido entre sus guantes un bisturí y pactar su ‘plan’ junto al también seleccionado Fernando Astengo, además del fisioterapeuta Alejandro Koch, el técnico Orlando Aravena y el utilero Nelson Maldonado.
Salvo este último, todos fueron sancionados con cinco años de suspensión. Maldonado, al igual que el ‘Cóndor’, fue castigado a perpetuidad por la FIFA por, supuestamente, ocultar los guantes usados esa noche por el portero en el Maracaná.
“Eso es absolutamente falso. Se los entregué a Roberto y la camiseta se la llevó Alejandro Hisis para Grecia, porque era un recuerdo para el arquero del OFI” relató en su momento Maldonado, en conversación con La Nación.
“Yo nunca pude saber porqué Rojas me involucró, siendo que éramos amigos de años. Al cabo fui el único que lo perdió todo. Los demás igual siguieron en lo suyo y mantuvieron su status, en cambio yo me quedé sin pega y estigmatizado para siempre”, detalló el utilero.
“Estuve a punto de perder mi casa y volver al fútbol es como una quimera, aunque nadie puede sacarme nada en cara, porque como utilero fui uno de los mejores”, agregó Maldonado.
Para Nelson lo más difícil fue el tema económico, pocos querían contar en sus filas con el hombre sindicado como responsable del mayor escándalo en la historia del fútbol chileno.
“En lo familiar no, no tuve problemas. Con mi gente jamás tuve un conflicto o un reproche. Y con los jugadores de entonces tampoco. No tengo problemas con Fernando (Astengo), ni el ‘Pato’ Yáñez, ni Hugo González, ni nadie”, aseveró Maldonado.
“Con Rojas nunca más hablé, pero me gustaría que me respondiera porqué me metió en el lío. Si al cabo todo lo hizo solo, lo del pacto es una gran mentira”, añadió el funcionario.
Sobre los motivos que lo llevaron a creer en Rojas y lo que ocurrió después, Nelson enfatizó en que “me pasó por creer más en la lealtad que en la verdad. Pero pienso que cualquiera que hubiera estado en mi lugar habría hecho lo mismo”.
“Mi único pecado fue decir que los guantes se perdieron, cuando en rigor se los había entregado a Roberto”, sentenció el otrora utilero de La Roja.