Este viernes 12 de octubre, desde las 21:30 horas de nuestro país, las selecciones de Chile y Perú saldrán hasta la cancha del Hard Rock Stadium de Miami para dar vida a un nuevo ‘Clásico del Pacífico’.
Como era de esperar, el encuentro que se enmarca dentro de la doble fecha FIFA que los pupilos de Reinaldo Rueda deberán disputar en tierras norteamericanas no ha estado excepto de polémicas.
Es de conocimiento público la rivalidad que ambos países se tienen sobre todo cuando se trata de fútbol, y el partido que se vivirá este fin de semana será como una guinda más para dicha torta. Si bien las causas exactas de dicha ‘enemistad’ no se conocen a cabalidad, de lo que sí estamos seguros, es de que un día ambas naciones fueron más hermanas que nunca, llegando a formar incluso una sola Selección.
La historia señala que entre octubre de 1933 y enero de 1934, una aguerrida selección chileno-peruana recorrió las más importantes canchas del Viejo Continente. Se hacía llamar el “Combinado del Pacífico” y jugó más de 30 partidos con las banderas de ambas países bordadas en una sola camiseta.
La idea surgió del entonces presidente de Colo Colo, Walter Sanhueza, quien creyó que la mejor manera de reunir recursos era armando un solo combinado, para lo cual contó con la presencia de cuatro jugadores del elenco albo, así como con los 17 mejores exponentes del fútbol peruano, quienes pertenecían a los clubes de Universitario de Deportes y Alianza Lima.
De esta manera, los sudamericanos partieron un 25 de agosto de 1933 a recorrer y enfrentar a las selecciones de Irlanda, Escocia, Inglaterra, Holanda, Austria, Checoslovaquia, Alemania, Francia, Italia y España, haciendo escala en Centroamérica e Islas Canarias.
Su periplo se extendió hasta el 7 de marzo del año siguiente, fecha en que se conoció que lograron el ‘misterioso’ registro de 13 triunfos, 13 empates y 13 derrotas, supuesta coincidencia que con el paso de los años pasó a convertirse en leyenda y que está vigente hasta nuestro días.
Ahora bien, se conoció que el primer rival a vencer en Europa fue el conjunto irlandés ‘The Bohemians’, encuentro que no solo reunió a más de 30 mil espectadores en dicho estadio, sino que además, el terminó 1-1.
Tras esto vino la dura caída por 6 tantos 1 ante el Newcastle, así como la remontada 2-2 que se logró ante el West Ham United, encuentro al que dicho sea de paso la prensa local catalogó de “partidazo”.
En Roterdam, en tanto, el equipo volvió al triunfo y lo hizo ante el Sparta, mientras que de su desempeño en Checoslovaquia solo se conoce que disputaron dos partidos, del que los resultados no son muy claros.
Hasta aquí, ninguna novedad. Y es que a pesar de que la gira había presentado uno que otro pequeño traspié, sobre todo en el tema de traslados, nada había sido tan grande como para destacar, o al menos eso se pensaba hasta que el combinado llegó a Alemania.
Y la razón es simple: los representativos recibieron una invitación para conocer la mismísima residencia del canciller Adolf Hitler. Esto, puesto que ‘El Führer’ habría invitado a Eduardo Schneeberger a hospedarse en el Hertha Berlín, ofrecimiento que el chileno finalmente desestimó.
Eso sí, esto no fue lo único que se vivió en tierras germanas, ya que aquí se midieron ante el Bayern Munich (2-1) y el Berlin XI (3-1) volviendo de esta manera a las derrotas y dando paso a su próximo objetivo: Francia.
En este último país disputaron cerca de seis encuentros, pero no sería si no en España dónde los “All Pacific” vivirían su jornada más crítica.
Independientemente de los pésimos resultados conseguidos ante el Barcelona (4-1) y el Real Madrid (10-1) la culpa de no fue de los jóvenes muchachos, sino más bien del manager de la delegación, Reynaldo Gubbins, a quien no se le ocurrió nada mejor que programar ambos encuentros para el mismo día. Grave error.
De ahí en adelante se jugaron un par de partido menores, los que si bien mejoraron la estadística del equipo sudamericano, no pudieron lograr levantar su espíritu quebrado, el que un 18 de febrero se embarcó para volver a casa.