La Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) admitió en septiembre pasado que carece de dinero para seguir financiando el fútbol formativo y anunció que trabaja en un plan con los clubes del país para tratar de salvarlo y evitar una supresión de categorías que dejaría a miles de niños y adolescentes sin competición.
“Hoy no está quebrada la ANFP, sí hemos hecho una variación completa, una reestructuración de gastos. Cuando llegué había 42 teléfonos que pagaba la ANFP de funcionarios que no estaban trabajando, hemos reorganizado la canalización de gastos y hoy la ANFP no tiene dinero para financiar el Fútbol Formativo, estamos viendo alternativas de financiamiento y que los clubes se hagan cargo como en todos los países”, reveló Pablo Milad, mandamás del fútbol chileno, en su oportunidad.
“Hasta el año 2022 se jugaban 2.000 y fracción partidos del fútbol formativo, hoy se juegan 7.196 partidos, optimizamos y pasamos de dos mil millones que costaba a cinco mil 600 millones el costo del campeonato a nivel del fútbol formativo”, añadió el máximo dirigente.
El plan que busca salvar el fútbol formativo nacional
En este sentido, la idea que se baraja es que la ANFP y la Federación de Fútbol de Chile (FFCh), que están unidas en solo ente, financien un 50% de los fondos y el resto salga de un “fondo común” al que aportarían los clubes dependiendo de sus presupuestos e ingresos por derechos televisivos.
Una propuesta que será elevada la próxima semana al Consejo de Presidentes, en el que están representados todos los clubes de Primera y Segunda división y que es el ente que tiene la palabra definitiva.
Una aportación que quedaría estipulada como un imperativo para el futuro, que obligaría a los equipos a reconsiderar los gastos en la primera plantilla y cuyo monto está en discusión, ya que el nudo gordiano del problema, es decir, el porcentaje que deberá entregar cada club, sigue aún bajo discusión.