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El despido de Mario Sánchez, exárbitro FIFA, por presuntas irregularidades arbitrales en la Tercera División del fútbol chileno ha desencadenado un caos en la categoría, resultando en la suspensión de los Campeonatos de Tercera División A y B. La Comisión de Árbitros de Tercera renunció en apoyo a Sánchez, mientras que se han reportado problemas de pago a árbitros de Concepción y Antofagasta.

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Un verdadero caos se ha desatado en la Tercera División del fútbol chileno, todo esto luego del despido del exréferi FIFA, Mario Sánchez, quien fue cesado de sus funciones acusado por irregularidades arbitrales en ANFA.

Durante la semana se conoció la medida del ente rector del fútbol de la mencionada categoría, quienes suspendieron los Campeonatos de Tercera División A y B debido a graves irregularidades con la designación de árbitros.

El apuntado fue directamente Mario Sánchez, quien se adjudicó la licitación para disponer réferis en las máximas categorías del fútbol amateur en Chile.

Tras los problemas, en horas de esta jornada la Comisión de Árbitros del fútbol de Tercera integrada por Maximiliano Sánchez, José Henríquez, Eduardo Aránguiz y Franco Muñoz, presentaron en conjunto sus renuncias a sus respectivos cargos.

En un comunicado emitido, señalan que se debe “en señal a nuestro compromiso irrestricto con quien fue pilar de este proyecto (Mario Sánchez) y que de manera injustificada ha sido desvinculado”.

Problemas en los pagos a árbitros de Concepción y Antofagasta

Así también, parte del problema se debe a que diversos árbitros en Concepción y Antofagasta han reclamado que no se les ha pagado sus respectivos honorarios y han amenazado con paralizar sus funciones y actividades.

Sobre esto, el comunicado expresa que “serán gestionadas y canceladas durante la próxima semana, puesto que es nuestro compromiso con ustedes, y no nos desligaremos de esta responsabilidad hasta cumplirles”.

Por otra parte, el exárbitro FIFA despedido, Mario Sánchez, concedió una entrevista a El Mercurio en donde planteó que su despido tiene nombre y apellidos.

“Detrás de todo eso están Roberto Tobar y Claudio Fuenzalida, con su empresa ‘100% Árbitros’, que nunca fue instructor FIFA y nos quitó el Fútbol Joven con una licitación arreglada, cocinada”, aseguró.

Por último aseguró que “no voy a cargar a la ANFA. Solo digo que mi despido fue una decisión apresurada”.