Hoy, con 28 años, Luciano Cabral goza de fama y éxito en Coquimbo Unido, todo gracias a la libertad condicional que le permitió salir de la cárcel por una pena de 10 años, por participar en un asesinato junto a su padre y un primo.
“Hay un 80% de posibilidades de que se corte y un 20% de que siga jugando”, dijo el profesional del fútbol Luciano Cabral en el 2017, desde la cárcel, debido a que cayó preso, según la justicia, por participar en un asesinato junto a su padre y un primo.
El castigo fue de 10 años de presidio, pero a los 5 años, recibió la libertad condicional pena por buen comportamiento. Luego de eso, fue fichado sorpresivamente por Coquimbo Unido, del fútbol chileno, y ahora sueña con ser convocado la selección nacional por Ricardo Gareca.
Luciano Cabral: de la cárcel a soñar con la selección chilena
En el presente y con 28 años, Luciano Cabral ‘la rompe’ en el cuadro pirata. “Uno nunca deja de soñar. Yo sé que no va a ser fácil lograr una nómina, pero tampoco va a ser imposible. Confío mucho en Dios que me va a dar la posibilidad, pero cuando sea el momento”, indicó en diálogo con TNT Sports.
El jugador argentino-chileno comenzó su carrera en Argentinos Junior y fue parte de la selección Chilena Sub 20 de Hugo Tocalli para representar al país en el Sudamericano que se disputó en Uruguay en el 2017.
Pero 2 años después vivió una experiencia lamentable en su vida, al estar por más de 5 años recluido en la cárcel de Mendoza, luego de ser vinculado con un homicidio junto a dos de sus familiares.
Lo cierto es que pasó 5 años en el centro penitenciario y su buena actitud y la investigación hicieron que Cabral pudiera salir y volver a dedicarse a lo que más quería, el fútbol y en su destino apareció el cuadro ‘Pirata’ que confió en él.
El asesinato
En entrevista con La Nación, Luciano Cabral relató los hechos de cuando tenía casi 23 años y militaba en el Atlético Paranaense de Brasil y viajó hasta Mendoza para celebrar año nuevo.
“Lo único que recuerdo es que mi papá y mi primo tuvieron una pelea, y yo llegué después de todo lo sucedido. Por haber llegado después, se piensa que yo estuve ahí”, argumentó. E insistió: “Llegué cuando ya había terminado la pelea, cuando esos familiares estaba regresando a la casa. No vi nada”.
Según su versión, Cabral nunca llegó a la escena del crimen porque 200 metros antes se encontró con su padre y con sus primos.
“Me presenté voluntariamente en la justicia el día 3 (de enero) a las 7 de la tarde. Desde ese día quedé detenido. Estuve 15 días en la comisaria de General Alveaz y después en la cárcel”, contó Cabral.
En septiembre pasado, el ahora jugador de Coquimbo recibió la libertad condicional, lo que le permite brillar en el campeonato y soñar con ser parte nuevamente de La Roja.