El balompié nacional aparece como una actividad que tiene mucho arraigo en la sociedad y la comunidad. Por esta razón, la ANFP ha buscado en los últimos años avanzar en una serie de medidas pro transparencia y probidad.
Frente al sinnúmero de cuestionamientos por la participación de representantes en algunos clubes y ante las dudas de quiénes realmente están a cargo de las instituciones, el organismo rector del fútbol chileno no se quedó atrás de cara a la temporada 2023.
En una circular, el ente que preside Pablo Milad entregó el detalle de la propiedad y los controladores de cada club hasta el año 2022, desde la Primera División, pasando por el ascenso y la Segunda División. Es decir, las tres categorías profesionales del balompié local.
En el desglose aparecen varias situaciones que llaman la atención, como las dobles militancias y la multipropiedad en clubes, y que a continuación se detallan.
Propiedades y Controladores del fútbol chileno by BioBioChile on Scribd
Dobles militancias que preocupan para el 2023
No deja de inquietar las dobles militancias existentes en clubes del fútbol profesional criollo, tanto en la Primera B como en la Segunda División.
En la segunda categoría aparece el caso de Miguel Nasur, expresidente de la ANFP, quien tiene acciones en los clubes Santiago Morning (59%) y San Marcos de Arica (5%), este último recién ascendido a la serie de plata.
Otra coyuntura se puede observar en la última categoría profesional. Carlos Encinas y su hijo tendrán participación clave en dos elencos que se verán las caras en la próxima campaña: Lautaro de Buin y Deportes Melipilla.
Tanto en el caso de Nasur como de los Encinas sus equipos tienen que ser rivales en la campaña que viene, lo que pone en tela de juicio el tema de la real deportividad, principalmente a la hora de estar peleando arriba o abajo en la tabla de posiciones.
El particular caso de Azul Azul: la multipropiedad en Universidad de Chile
La multipropiedad de los clubes también es parte del intrincado escenario del fútbol nacional, donde destaca la gran cantidad de dueños que tiene Universidad de Chile.
El Fondo Tactical Sport es dueño de un 63 por ciento de Azul Azul. Y el 90% del Fondo Tactical Sport es propiedad de Sartor y el 10% de Inversiones Antumalal.
En el caso de Sartor, las personas que participan de la propiedad son Pedro Pablo Larraín, Óscar Ebel, Alfredo Harz, Carlos Larraín, Rodrigo Bustamante, Miguel León y Atlas Financial Group, mientras que en Antumalal esta Michael Clark, este último presidente de Azul Azul.
En su momento, Clark salió a aclarar el lugar que ocupa Fernando Felicevich, el ‘zar’ de los agentes de jugadores, en la tienda colegial. “Ni él ni ningún otro representante es dueño ni forma parte de la U“, aseveró tajante.
Sergio Gioino en Ñublense, de la cancha, a la representación… y a la presidencia
Otro caso singular en el tema de la propiedad de los clubes la protagoniza Sergio Gioino, quien de reconocido futbolista pasó a la representación de jugadores y desde mediados de este año es el presidente de Ñublense.
El oriundo de Buenos Aires, de 48 años, tuvo una larga carrera como delantero y hasta comienzos de este año llevaba una década como representante de jugadores, algunos destacados como Felipe Mora, César Pinares, Pablo Aránguiz y Lorenzo Reyes.
Sin embargo, la vida del otrora ariete de la U, la UC y Huachipato, entre otros equipos, dio un nuevo giro, esta vez para encabezar desde junio la gestión en la tienda de Chillán.
Apuntar que el 80 por ciento de la plantilla que dirige Jaime García en los ‘Diablos Rojos’ proviene, efectivamente, del corral que ahora está en manos de quienes fueron sus socios, Pablo Lecler y Mauricio Valenzuela.
