La crisis que afecta al fútbol chileno sumó un nuevo y complicado capítulo la noche de este miércoles.
Esto porque la agrupación de árbitros confirmó que, por unanimidad, mantendrá la paralización que anunciaron el pasado martes, avisando que se encontraban “en estado de reflexión”.
La determinación de los jueces llegó luego que Javier Castrilli, argentino que estaba a cargo de la dirección del arbitraje nacional, decidiera desvincular a once jueces.
La reacción del gremio fue contundente: presionar y ‘colgar’ los silbatos momentáneamente, exigiendo la salida del trasandino.
El adiós de Castrilli
Y pese a que en un principio la ANFP respaldó categóricamente a Javier Castrilli, esta jornada se consumió su caída definitiva… y con escándalo.
Resulta que se revelaron audios del árbitro Francisco Gilabert admitiendo presiones, a través del VAR, para sancionar un penal en favor de Huachipato ante Deportes Copiapó en la última liguilla de promoción.
Los archivos fueron contundentes y en el ente rector terminaron despidiendo a Castrilli y sus ayudantes, tal como lo habían solicitado los jueces.
Si bien en algunos dirigentes del balompié chileno había confianza en que los árbitros retomarían la actividad sin el argentino al frente, lo cierto es que la agrupación desestimó esta alternativa y solicitó que se reintegren sus compañeros desvinculados.
Julio Bascuñán, Piero Maza, Nicolás Gamboa, Cristian Garay, Alejandro Molina, Claudio Urrutia, Felipe Jara, Héctor Jona, Franco Arrué, Felipe Jerez y Constanza Salinas, fueron los afectados.
Por ahora, todo indica que el fútbol no puede jugarse este fin de semana. O, por otro lado, de llevarse a cabo la programación no se podrá contar con VAR y los duelos tendrían que ser dirigidos por jueces de otras categorías.