La tragedia ocurrida en la noche del lunes en Colombia, que terminó con la vida de 76 personas en el vuelo que trasladaba a la delegación de Chapecoense para disputar la final de la Copa Sudamericana, ha conmocionado al mundo del fútbol.
Pero además del lógico impacto que ha generado, también obligó a revisar antecedentes de hechos similares en la historia del fútbol, entre los cuales hay uno que remeció al balompié de nuestro país.
Se trata del accidente aéreo sufrido por el plantel de Green Cross el 3 de abril de 1961, donde murieron 24 personas. Entre ellos parte del grupo de jugadores y cuerpo técnico del club, quienes habían decidido abordar el vuelo debido a que realizaba menos escalas que otro donde se fue el resto del grupo rumbo a Santiago.
Todo se desencadenó luego que el avión Douglas DC-3 de la línea aérea LAN se estrellara contra el cerro ‘Las Ánimas’, ubicado en las cercanías de la comuna de Linares. La ubicación inicial ha sido cuestionada luego que en enero de 2015 una expedición de montañistas encontró restos del fuselaje en una zona distinta a la mencionada.
Lo cierto es que en el accidente perdieron la vida cuatro tripulantes y veinte pasajeros. Entre estos últimos estaba el trío arbitral que dirigió el duelo en Osorno, integrantes del plantel de jugadores, cuerpo técnico y médico del club capitalino, además de dirigentes de la Asociación Central de Fútbol (ACF) y la Asociación Nacional de Fútbol Amateur (ANFA).
Luego de ocho días se encontraron restos del avión y los funerales se realizaron en Santiago el 17 de abril, ante amplia concurrencia de personas que buscaron darle el último adiós a las víctimas y también una muestra de apoyo a la institución, en medio de una tragedia que marcó un punto importante en la historia de nuestro balompié.