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El escocés Winston Coe se convirtió en un arquero legendario al ponerse los guantes en el Barracas Athletic Club de Argentina a principios del siglo XX, a pesar de no tener su brazo izquierdo. Tras la partida del portero titular, Coe sorprendió a todos con sus habilidades y valentía bajo los tres palos.
“Si quieren les doy una mano, dos ya saben que no puedo”, dijo Winston Coe, antes de desatar las risas de sus compañeros del extinto Barracas Athletic Club.
El futbolista de origen escocés fue uno de los jugadores que decidió probarse como arquero del club argentino luego de que su portero titular, José Laforia Baruca, partiera al poderoso Alumni.
Pero Coe tenía una particularidad, que lo convirtió en un guardametas único en la historia: le faltaba el brazo izquierdo.
De Escocia al fútbol argentino
Los principios del siglo XX eran años en los que el fútbol argentino estaba repleto de clubes de origen británico, fundados por inmigrantes que llegaban a suelo trasandino.
Así se originó Barracas en el barrio de Lanús, que en 1906 se alistaba para disputar el principal torneo del balompié trasandino.
Pero a días de su estreno, el poderoso Alumni de Buenos Aires tocó las puertas del club para fichar a su arquero titular, quien era reconocido entonces como uno de los mejores del país.
De acuerdo a Clarín, Barracas optó por probar a todos sus jugadores para ver quién reemplazaba a José Laforia Baruca y Coe, pese a no tener su brazo izquierdo, fue el que mostró mejores aptitudes para custodiar la portería.
El escocés, nacido en 1879 y comerciante al igual que su familia, siempre jugó como lateral derecho, pero no dudó en ponerse el guante para ayudar al club del cual era uno de sus fundadores.
“Si quieren les doy una mano, dos ya saben que no puedo”, bromeó Winston, sin suponer que deslumbraría en su nueva posición.
Winston Coe deslumbró a Argentina
De acuerdo a los registros de TyC Sports, el “Manco” Coe debutó como arquero en el primer duelo de la temporada ante Estudiantes de Buenos Aires.
Cuando el público vio saltar a la cancha al arquero de Barracas sin un brazo pensaron que era un broma. Otros murmuraron una burla, pero finalmente fueron mayoría los aplausos en apoyo el improvisado arquero.
Y para sorpresa de todos, el escocés empezó a convertirse en figura. Sus intervenciones, desplante y actitud lo llevaron a ser ampliamente destacado por los diarios de la época.
“Muchísimos disparos atajó el Manco Coe, por lo cual se hizo célebre. Su modo de parar la pelota, la seguridad y la confianza con la que procede son dignas de elogio”, publicó La Prensa.
Barracas Athletic Club cayó 1-2 en su debut y, luego, fue vapuleado por los poderosos Reformer (11-0) y Alumni (5-0).
Winston Coe no volvió a atajar, pero esos tres partidos que disputó lo convirtieron en una leyenda del fútbol argentino que perdura hasta hoy.
